El año pasado Broadcom, un fabricante de chips, sorprendió al adquirir CA Technologies, una empresa de software empresarial con una amplia cartera de productos, que incluye un importante negocio de herramientas de software de mainframe. Pagó cerca de $ 19 mil millones por el privilegio.
Luego, la semana pasada, la compañía volvió a abrir su billetera y desembolsó más de $ 10.7 mil millones para el negocio de seguridad empresarial de Symantec. Eso es casi $ 30 mil millones para dos empresas de software empresariales antiguas. Tiene que haber una buena estrategia detrás de estas compras, ¿verdad? Tal vez.
Esto es lo que pasa con las empresas de software más antiguas. Es posible que ya no superen la innovación de la competencia, pero lo que tienen para ellos es una acumulación de ingresos por licencias que parece tener valor.
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