Estamos a punto de empezar la cuenta atrás para una nueva edición del Festival de Eurovisión. Quedan exactamente 31 días para que tengamos un nuevo ganador del certamen. 31 días para que uno de los 39 representantes levante el micrófono de cristal y se corone como ganador del concurso.
Pero Eurovisión son todo sorpresas hasta el último momento. Todas las candidaturas intentan cuidar al máximo su puesta en escena hasta el día que deban subirse al escenario del Pala Olímpico de Turín y mostrar al público su propuesta.
Aunque todos saben que la carrera para llegar a ese día es tanto o más importante como el día D. Y mientras hay algunos que están haciendo una previa más que buena para lograr, al menos, estar en la gran final, otros saben que tienen la cruz hecha.
Es el caso de Intelligent Music Project, representantes de Bulgaria. Según explicaba el pasado mes de enero el portal Bluper, el vocalista Ronnie Romero está en busca y captura en España desde el pasado 17 de noviembre de 2021.
El citado medio detallaba que el cantante que vivió durante unos años en la capital no habría comparecido al llamamiento judicial en un juzgado de Valdemoro para prestar declaración en calidad de investigado por un delito de amenazas contra su expareja. Además, el propio Romero tiene una orden de alejamiento por la que no se puede acerca a menos de 500 metros de su antigua pareja, su casa o su trabajo, así como tampoco puede tener ningún tipo de comunicación con ella.
Todo esto se ha puesto en relieve en las últimas horas después de que el grupo declinara la invitación de la segunda PreParty española, tras la celebrada en Barcelona a finales de marzo, que tendrá lugar este próximo fin de semana en Madrid.
A través de su cuenta de Twitter, detallaban que el grupo”, desafortunadamente, no podrá visitar el evento en Madrid ya que está ocupado grabando nueva música”. Además, añadían que “hubiera sido genial reunirnos en Madrid con el representante español y futuro finalista del concurso, pero los artistas a veces tienen que sacrificarse”.
Unas palabras que no han caído en saco roto y que los eurofans han aprovechado para recordarle al vocalista los problemas que tiene latentes con la justicia española.