Según datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, los apellidos más comunes en España son los siguientes: García, Rodríguez, González, Fernández, López, Martínez, Sánchez, Pérez, Gómez, Martín, Jiménez, Hernández, Ruiz, Díaz y Moreno. Si los analizamos, nos damos cuenta de que buena parte de los apellidos terminan en ‘ez’.
No se trata de un fenómeno que se da única y exclusivamente en nuestro país. En otros idiomas el apellido también se forma con sufijos, como por ejemplo ‘son», en el caso del inglés, que se traduce literalmente como ‘hijo’. En español, la terminación ‘ez’ también se aplica como ‘hijo de’, pero la partícula en sí misma es un completo misterio.
Para arrojar algo de luz a este asunto, Antonio Alfaro de Prado, genealogista y presidente de la Asociación Hispagen, ha explicado a la BBC lo siguiente: «El apellido es una de las señas de identidad más grandes que tenemos. Aunque aporta cierta información sobre el origen de una persona, en la actualidad esto es absurdo porque el apellido es algo heredado, que en ningún caso define al individuo».
El apellido surgió para poder diferenciar a unas personas de otras. A partir del siglo XIII, se empezó a añadir el sufijo ‘ez’ al nombre propio seguido del paterno. Por lo tanto, José Fernández era hijo de Fernando. Dada la función original de los apellidos, si un hombre se llama Hernando Rodríguez, esto, es Hernando el hijo de Álvaro, podía tener un hijo que se apellidara Hernández, como su progenitor, o Rodríguez, en honor al abuelo. Había muchas posibilidades, y era muy común que los hermanos tuvieran apellidos distintos.
No fue hasta el siglo XV cuando los apellidos empezaron a heredarse y a identificar familias y no individuos como hasta entonces. En el siglo XIV el Estado Español impuso por norma que los apellidos se heredaran.
Hasta ahora, nadie ha conseguido averiguar el por qué del sufijo ‘ez’ porque esta palabra no quiere decir nada en español. «Algunos investigadores lo han atribuido a una supervivencia del genitivo latino en ‘is’, con valor de posesión o pertenencia, aunque otros opinan que se trata más bien de un sufijo de origen prerromano», explican en el blog de Heraldaria.
Ahora ya conoces el curioso motivo por el que en España hay tantos apellidos que terminan en ‘ez’. Su origen data de la Edad Media, y con el paso de los siglos estos apellidos se han convertido en mayoritarios en nuestro país.
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