Aunque cada vez son menos los champús sin silicona, todavía los hay y al final nos estropean el pelo.
Veamos las razones del porqué es mejor no usarlos. Por la salud de nuestro cabello.
Pelo menos sucio
Según laboratorios Fridda Dorsch, cuando no usamos siliconas podemos espaciar más el tiempo entre lavado y lavado. La clave está en que, con ellas, el cuero cabelludo no respira como es debido.
Mayor volumen
Si bien las siliconas prometen brillo espectacular, a la larga no es así. Vemos también como hay menos volumen capilar especialmente en cabellos más finos y lacios.
Perjudican los tratamientos capilares posteriores
Como las siliconas, hacen barrera e impiden que los tratamientos capilares posteriores penetren en su interior, por lo que su uso sirve de poco.
Debemos tener más cuidado con los pelos teñidos
Una acumulación de siliconas en el cabello puede impedir que los trabajos de coloración penetren en profundidad en la fibra capilar y, según laboratorios Fridda Dorsch, hace que el color dure menos.
No está tan brillante como parece
Si bien a primera vista el cabello parece más bonito, los champús con siliconas forman una película alrededor del pelo recubriendo la fibra. En Fridda Dorsch afirman que esto es una ilusión óptica, porque a medio y largo plazo, maltratan el cabello.
Menos oxigenación
Las materias plásticas de las siliconas se “pegan” al cuero cabelludo con un efecto oclusivo que impide que el cabello se oxigene como es debido.
Suelen ser 100% naturales
Los champús sin silicona van bien a todo tipo de cabello, porque suelen ser 100% naturales. Son productos responsables y veganos, que cuentan con vitaminas y minerales, y dejan el cabello protegido y siempre natural.
Pueden provocar pérdida de brillo
Ya hemos nombrado que las siliconas dificultan la oxigenación del cabello, así dañan la cutícula y la pueden llegar a resecar. Todo ello provoca una pérdida de brillo y de hidratación importante.