Si eres usuario habitual de las redes sociales seguramente hayas visto más de una vez un mensaje compartido por algún amigo con el entrenamiento de running que acaba de hacer. Quizá incluso hayas sido tú el que lo ha publicado en tu perfil para que todos tus contactos lo supieran. Es una buena forma de recibir motivación de tus conocidos y de mejorar tus marcas, pero debes saber que esto entraña riesgos. Porque a la vez que presumes de registros estás desvelando tu ubicación. ¡Y eso puede ser muy peligroso!
Y no sólo eso. Hay determinadas plataformas en las que es posible compartir tu ubicación (incluso en tiempo real) para ayudar a tus amigos a encontrarte. Aunque si no eres precavido y no has configurado tu privacidad correctamente, no sólo tus amigos son los que tendrán acceso a esa información…
Si compartes en #redessociales tus logros en entrenamientos y recorridos monitorizados en apps…quizá vayas dando pistas a los «malos» de dónde localizarte y a qué horas. Configura privacidad. pic.twitter.com/5NF51UY5Qk
— Policía Nacional (@policia) 28 de enero de 2018
“Si compartes en las redes sociales tus logros en entrenamientos y recorridos monitorizados en apps quizá vayas dando pistas a los ‘malos’ de dónde localizarte y a qué horas. Configura privacidad”, escribía la Policía Nacional en su perfil de Twitter hace unos días para alertar a la población de los peligros de la geolocalización, una función que cada vez más gente usa a través de dispositivos móviles y wearables. Y es que los relojes inteligentes que controlan los pasos o kilómetros que hacemos cada día, además de medir las calorías que gastamos están recopilando mucha más información personal de la que pensamos. Saben en cada momento en qué lugar nos encontramos y cualquier hacker con unos mínimos conocimientos podría utilizar estos datos para sus propios fines…
¿Qué puede pasar si hacemos pública nuestra ubicación?
Desvelando a internet la ubicación que tenemos en cada momento o las rutinas de entrenamiento que realizamos estamos dando una información muy valiosa a los amigos de lo ajeno. De esta forma sabrán dónde vivimos, qué zonas solemos frecuentar para hacer deporte y, lo más importante, en qué momentos no estamos en casa.
Así que recuerda: ¡ten cuidado al compartir públicamente tu ubicación!