Por qué es un buen momento para firmar una hipoteca


La compraventa de viviendas ha alcanzado en los últimos meses cifras no vistas desde 2008. Los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran que septiembre cerró con 53.410 operaciones, el mejor mes desde abril de 2008. El mercado, además, encadena cuatro meses en los que las compras han sido superiores a las de 2019, antes del estallido de la pandemia.

En consecuencia, las hipotecas también crecen. El número de este tipo de préstamos sobre viviendas inscritos en el Registro de la Propiedad fue de 33.105 en agosto —últimos datos disponibles—, casi un 70% más que en el mismo periodo del año pasado y un 38% más que en 2019. “El sector hipotecario vive un momento dulce”, reconoce Simone Colombelli, director de Hipotecas del portal iAhorro. “El euríbor sigue en terreno negativo y esto abarata enormemente los préstamos”, añade.

Este experto recomienda a los compradores que se estén planteando contratar una hipoteca hacerlo ahora, ya que es un buen momento. Las entidades bancarias, añade, ofrecen mejores condiciones en noviembre y diciembre, antes de que acabe el año. Además de los bajos tipos de interés, hay otras razones que avalan la situación favorable por la que el sector inmobiliario pasa. Una tendencia que los expertos esperan que se prolongue durante el próximo año. Y explican estos niveles de compraventa por dos motivos: los buenos precios de las hipotecas y la situación atractiva del mercado de la vivienda.

Hipotecas a buen precio

Actualmente se dan unas condiciones de financiación favorables. Esto ocurre porque el euríbor (la tasa de interés media a la que se prestan dinero los bancos de la zona euro) se sitúa desde 2016 en negativo. Es decir, en este momento las entidades bancarias no pagan comisiones por dejarse dinero entre ellas, por lo que pueden prestarlo a los clientes en condiciones muy favorables. Los principales tipos de hipotecas son las a tipo fijo y las a tipo variable y la elección de una u otra dependerá del perfil del comprador y de sus necesidades:

Hipoteca a tipo fijo. Es aquella cuyo tipo de interés permanece constante durante toda la vida del préstamo. La hipoteca a tipo fijo es recomendable para los compradores que buscan la tranquilidad y la seguridad de pagar siempre la misma cuota. Si bien, los futuros propietarios suelen asumir un interés mayor que en las hipotecas a tipo variable, así como una comisión por amortización anticipada más elevada.

Hipoteca a tipo variable. Es aquella en la que el tipo de interés varía en función de la evolución de un índice de referencia, que en España suele ser el euríbor, al que se le suma un porcentaje acordado con la entidad bancaria, que se denomina diferencial. El euríbor se revisa cada seis o 12 meses y, dependiendo de si sube o baja, la cuota mensual de la hipoteca también cambiará. La hipoteca a tipo variable puede ser una opción para aquellas personas que prefieran aprovechar la coyuntura actual de los tipos de interés bajos a costa de la seguridad. Este tipo de hipoteca, habitualmente, cuenta con comisiones más bajas.

En condiciones normales, las hipotecas a tipo fijo cuentan con unos intereses más elevados que las hipotecas a tipo variable. Sin embargo, en el contexto actual, entidades como Banco Sabadell cuentan con préstamos a tipo fijo más atractivos que los de a tipo variable.

En este escenario, la gran mayoría de las hipotecas firmadas son a tipo de interés fijo, concretamente el 67%, según el INE, lo que señala un cambio de preferencia de los españoles, que tradicionalmente se decantaban por las de a tipo variable. “Para quien se esté planteando firmar una hipoteca a 20 años, el plazo más común, lo más conveniente es que se decante por la de tipo fijo”, opina Manuel Romera, director del Sector Financiero de IE University.

Los analistas añaden que para conseguir hipotecas con intereses más bajos una opción es contratar productos y servicios paralelos que ofrecen las entidades bancarias, como los seguros de hogar o domiciliar la nómina.

Para obtener mejores condiciones es fundamental contar con asesoramiento que sirva de guía en la toma de esta decisión con el fin de conseguir que la hipoteca elegida se adapte lo máximo posible al perfil del comprador y a sus necesidades.

Mercado de la vivienda en auge

A estas favorables condiciones de financiación se suma el buen momento que atraviesa el mercado inmobiliario, según aseguran los expertos, por varias razones:

Precios de las viviendas estables. Los precios se mantuvieron estables durante los primeros meses del año. La recuperación económica y el retorno de la actividad en el sector inmobiliario, sin embargo, han provocado que este indicador haya comenzado a subir. Según la firma de tasación Tinsa, el precio de la vivienda en España creció un 6,1% en el tercer trimestre de este año frente al mismo periodo de 2020, hasta 1.444 euros por metro cuadrado. Aún así, este valor está muy lejos del máximo marcado en el cuarto trimestre de 2007, cuando se alcanzaron 2.048 euros por metro cuadrado.

Carles Solé, gerente de Formación Hipotecaria de Tecnotramit, una consultora de gestión hipotecaria, resalta que el incremento no es aún tan alto como en otras economías, en las que el salto ha sido muy superior, con crecimientos interanuales superiores al 10% en Estados Unidos o Alemania. Romera, de IE, asegura que la recuperación junto a la presión de la inflación (5,5% en octubre) son factores que seguirán influyendo en los precios, por lo que afirma que comprar ahora sigue siendo una buena opción. “A no ser que el número de contagios por coronavirus crezca, el mercado inmobiliario se desbordará en 2022 y los precios seguirán subiendo”, resalta.

Vivienda como inversión. El precio del alquiler ha subido con fuerza este año, lo que sitúa la compra de vivienda como un activo muy interesante como inversión. “Nunca se ha visto una situación tan clara para invertir en vivienda”, destaca Romera. “Hoy es posible adquirir una vivienda y alquilarla para obtener una mayor rentabilidad”.

El economista señala que las mejores zonas para invertir son las calles y los barrios secundarios, es decir, zonas que están junto a lugares muy transitados, pero más tranquilas y, por tanto, con precios inferiores. Los expertos destacan que el contexto actual de los mercados financieros aporta un valor extra a la inversión en vivienda, ya que no hay productos financieros de renta fija que aporten una rentabilidad tan atractiva en este momento.

Situación económica favorable. La recuperación del empleo y el aumento del consumo tras lo peor de la crisis sanitaria, junto con la elevada tasa de ahorro de las familias durante los confinamientos, han animado a muchas familias a comprar una vivienda. Además, se espera que en 2022 se recupere la llegada masiva de turistas extranjeros, un nicho de compradores de inmuebles que lleva prácticamente desaparecido desde 2020, lo que seguirá insuflando aire al mercado inmobiliario durante los próximos meses.

Nuevas necesidades de habitabilidad. La situación derivada de la pandemia ha redefinido la relación de las personas con sus viviendas, lo que ha hecho que muchas quieran adquirir inmuebles con espacios abiertos como terrazas, más luz y rodeados de zonas verdes. Por este motivo, la compra de viviendas unifamiliares ubicadas en urbes cercanas a las grandes ciudades ha aumentado. Este cambio en la relación de las personas con sus hogares ha sido determinante para impulsar la venta de inmuebles que cumplen con estas características.

Calculadora: descubra qué le interesa más, si la hipoteca a tipo fijo o a tipo variable


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