En Twitter hay quien vive bajo la impresión de que la derecha (e incluso la ultraderecha) ha invadido la red con bots. Mediante el análisis de 600.000 tuits y retuits producidos por 160.000 cuentas a finales de mayo, EL PAÍS ha comprobado que esa impresión tiene cierto fundamento: sí hay más tuiteros en España apoyando causas políticas de derechas con cuentas creadas en los últimos meses. Hay sin embargo dos salvedades clave. Una, este crecimiento no ha robado de momento el dominio en Twitter a la izquierda. Y dos, es extremadamente difícil demostrar que una gran parte de las nuevas cuentas de derechas sean falsas, con lo que es plausible la hipótesis de que más simpatizantes del PP y sobre todo de Vox hayan decidido abrir una cuenta en Twitter y participar en debates. Este desembarco de cuentas conservadoras en Twitter no es incompatible con que también haya cuentas automatizadas o patrones sospechosos.
A pesar del crecimiento de cuentas alineadas con las formaciones de derechas, la izquierda sigue dominando la conversación, con más variedad en sus cuentas principales y en general más retuits. La diferencia es que la derecha ha pasado de ser residual a sustancial. En el análisis ha emergido una posible vinculación del Twitter político con los grandes acontecimientos de la década en España. La mayoría de cuentas de izquierdas que tuitearon en mayo de 2020 sobre las protestas se crearon en mayo de 2011, el mes del 15-M. Aún hoy aquel mes quizá siga siendo el que mayor peso tuvo en el crecimiento de la red en España.
También un grupo destacado de cuentas que hoy tuitean a favor de la derecha nacieron en aquella época. Pero su impacto no tiene nada que ver con lo que ocurre hoy: si la tendencia de estos meses se mantiene, el coronavirus se convertiría en el 15-M de la derecha. Marzo y abril han visto un crecimiento de cuentas interesadas por la política a un nivel cercano al 15-M y a la posterior formación del Gobierno de Rajoy. Entre las cuentas claramente alineadas con uno u otro bando, las de la derecha han pasado de representar el 20% de las creadas de media cada año, al 40% en 2020.
El análisis de los hashtags más usados durante la reciente manifestación en coche organizada por Vox en el paseo de la Castellana en contra del Gobierno muestra el creciente peso que tienen las cuentas creadas desde 2019, pero sobre todo las creadas en 2020, en los tuits de esa comunidad de derechas. La atribución de las cuentas a una u otra comunidad no se ha hecho solo por el hashtag utilizado por los usuarios, porque a veces se emplean para criticar al contrario. Para identificar a qué bando apoyaba cada uno hemos analizado también el contenido que tuiteaba y a qué líderes políticos seguían cuentas que distribuían el mismo tipo de contenidos. Hemos descartado un grupo de tuits ambiguos de usuarios que ironizaba o criticaba ambos enfoques.
Las 160.000 cuentas analizadas no son evidentemente las únicas que tuitean sobre política partidista en España, pero el tamaño de la muestra otorga peso a las conclusiones. EL PAÍS ha analizado otros dos hashtags más recientes creados desde la derecha: #cloacagate y #SpainsupportsTrump. En ambos casos el patrón del enorme peso relativo de las cuentas creadas recientemente se mantenía.
La empresa Graphext fue la primera en descubrir el peso de estas cuentas de reciente creación alineadas con la derecha en un análisis de la manifestación del barrio de Salamanca de mediados de mayo. EL PAÍS ha replicado y ampliado su trabajo y confirma sus resultados. “Mi hipótesis es que las redes sociales son mayoritariamente de izquierdas y que la derecha no se lo tomaba en serio, en parte porque percibían que mayoritariamente era cosa de jovenzuelos enganchados al móvil con poca capacidad de influencia, por lo que no les merecía la pena meterse en esas charcas”, dice Victoriano Izquierdo, fundador de Graphext. “Podemos es el que literalmente nació con las redes. Pero ahora Vox es el primer partido de derechas que va a escalar con las redes”, añade.
Eso no impide que el control de Twitter en España siga en manos de usuarios políticamente más de izquierdas: “En la mayoría de debates y hashtags todavía la izquierda tiene al menos un 30% más de usuarios y son más influyentes. El porcentaje procede de haber hecho varios análisis de este tipo”, dice Izquierdo.
La búsqueda de patrones de comportamientos automatizados propios de bots no da resultados concluyentes. La cantidad de tuits por minuto es uno de los criterios para identificar un bot y aquí no es significativa. Cerca de 1.000 cuentas tuitearon varias veces más de cinco tuits por minuto y las que más veces superaban ese límite pertenecían a la comunidad de izquierdas, con descripciones y nombres llenos de términos como feminismo, república y antifascismo. Una actividad tuitera así no implica automatización. Un humano puede fácilmente retuitear cinco tuits en 60 segundos. El 99% de los tuits se publicaron a partir de las aplicaciones de iPhone, iPad, Android y web. Esas cifras hacen difícil pensar en un ejército artificial de amplificadores en la base de datos, aunque también es posible que Twitter elimine algunas cuentas con comportamientos sospechosos antes de obtener los datos de este análisis.
Tampoco las fechas de creación son definitivas. Hay tres días consecutivos de abril donde se crearon unas 100 cuentas de media alineadas con esa comunidad de derechas. Pero en días similares la comunidad de izquierdas rondaba las 80 cuentas diarias nuevas. Podría ser fácilmente un crecimiento orgánico. El día con más cuentas creadas que participaron en estas guerras de hashtags en 2020, es de mayo de 2011, con unas 160. Las cuentas con menos de cinco seguidores son unas 4.000, un 3% de las cuentas que participaron en los hashtags de las manifestaciones. Por comunidades, en la izquierda hay 2.470; en la derecha, 1.175 y las 472 restantes no pertenecen a ninguno de los dos grupos.
La bisoñez de la derecha en estas guerras de Twitter se ve también por la falta de cuentas muy seguidas o retuiteadas: solo el líder de Vox, Santiago Abascal, y la cuenta oficial del partido fueron capaces de reunir muchos retuits. El resto de cuentas dominantes son todas compartidas desde comunidades de izquierdas, la mayoría de usuarios anónimos con miles de seguidores: @CensuredJules, @Sayo_cab75, @pablom_m, @Otto_Mas, @albertobo_, @ForRevolucion o @Ana9954417.
Vox obtuvo 3,6 millones de votos en noviembre de 2019. En las municipales de abril logró un millón menos. Tres años antes, en 2016, era una fuerza residual, con 46.000 votos. Es posible que grupos de esos votantes hayan llegado con la pandemia a Twitter y se sientan cómodos para defender lo que creen. Para hacer ruido en esta red no se necesitan en realidad cientos de miles de cuentas. Con unos cuantos miles de usuarios muy activos su peso se deja ver. Un detalle importante es que los usuarios nuevos tienen probablemente más ganas de participar; para eso se crearon la cuenta. Tiene mérito especial los que llevan desde 2011 tuiteando con ganas. Twitter, además, es el ecosistema por donde deambulan muchos periodistas que amplifican esas sensaciones.
Este lunes fue trending topic el hashtag #SpainsupportsTrump (España apoya a Trump). Con poco más de 6.000 tuits se situó en esa lista de temas destacados en Twitter. Ahí empezó a crecer más, también porque había quien lo ridiculizaba. Sea como sea, unos pocos miles de usuarios coordinados en la propia plataforma y muy pendientes de la evolución de ese trending topic lograron colocar ese mensaje ante los ojos de otros cientos de miles. Es difícil medir el impacto de cosas así en la sociedad española, pero un grupo creciente de usuarios que piensan que Trump es un buen presidente, que los inmigrantes nos invaden o que el Gobierno debe dimitir quieren hacerse ver en la red y en España.
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Metodología: La asignación de una cuenta a un bando la hemos hecho con dos análisis. Primero, hemos estudiado los hashtags #VOXMITIVOX, #CaravanaGobiernoDimision, #ElVirusSoisVoxotros, #AloPresidente”que usaban en sus tuits: si un usuario usaba solo hashtags usados por la derecha o por la izquierda, se le asignaba en principio a ese bando. Además hemos analizado a qué comunidad pertenecía cada usuario en la red de retuits que se conformó alrededor de estos hashtags. Para cada comunidad hemos analizado cuántos usuarios seguían a líderes de derechas (Pablo Casado y Santiago Abascal) y de izquierdas (Pedro Sánchez y Pablo Iglesias). Si el seguimiento a líderes de izquierdas era más de dos veces el de líderes de derechas se asignaba esa comunidad a la izquierda y viceversa. Para ubicar definitivamente a los usuarios en cada bando componíamos las dos métricas anteriores de forma que si un usuario era de derechas tanto en la métrica de hashtags con en la de comunidades, era asignado a la derecha. De igual forma con la izquierda. De esta forma clasificamos a casi el 90% de ellos.
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