Los loros son esos animales exóticos que a todo el mundo les gustaría tener en casa. Muy inteligentes, además de unos acompañantes únicos ya que son de los pocos animales capaces de responder a un humano cuando este quiere entablar una conversación con ellos.
Pertenecen a la familia de los psitaciformes, caracterizados por tener una enorme capacidad craneal, un pico curvo, colores muy llamativos y una enorme capacidad de inteligencia, por encima de cualquier otra ave conocida del planeta.
¿Por qué hablan los loros?
Su capacidad craneal y la inteligencia que los caracteriza les hacen ser unos animales únicos. Esto les ayuda a poder pensar y a actuar más rápido que el resto de las aves. Por esto, una de sus cualidades principales es la de imitar sonidos, entre ellos, la de la voz humana.
Cuando un loro pasa mucho tiempo escuchando un sonido como el de la voz de sus dueños, al cabo del tiempo son capaces de reproducir palabras enteras, casi como si de una persona se tratase.
No tienen la capacidad de hablar, ya que su capacidad es la de repetir, aunque ni ellos mismos entiendan lo que están diciendo.
Pero no solo son capaces de reproducir el habla de una persona, también pueden incorporar a su catálogo todo tipo de sonidos extraños. Esto les ha servido a lo largo de los años para defenderse de ataques de depredadores utilizando los sonidos para ahuyentar a sus captores.
Una especie diferente
No existen muchas aves en el mundo que se parezcan y tengan las capacidades de los loros, por eso son tan demandados.
El animal imita los sonidos de su entorno para darse respuestas y lo hacen como instinto primario. Con todo esto, los loros no tienen cuerdas vocales por lo que es mucho más interesante su manera de reproducir sonidos.
Estos sonidos los hace a través de un órgano conocido como siringe que les permite imitar todo tipo de sonidos de su hábitat, y lo consiguen a través de las vibraciones y la variación de las posturas de su propio cuerpo.
Además, su sistema respiratorio es único, por lo que pueden ser capaces de imitar cualquier voz humana sin ningún problema.
Esta siringe se ve completada gracias a una estructura craneal muy desarrollada con zonas específicas destinadas a la imitación de sonidos. Muchos investigadores especialistas en este tipo de aves también creen que esta estructura desarrollada les hace ser capaces de seguir el ritmo de la música.
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