Hace algunos meses, se vinculó el nombre de Harry Styles con el proyecto remake de Nosferatu. Una revisión de la cinta de Murnau que volvía a reunir a la actriz Anya Taylor-Joy y el cineasta Robert Eggers. No obstante, y desgraciadamente para todos los fans de Styles, el actor acaba de retirarse de este clásico de los vampiros. Lejos de tener cualquier problema con la productora o con el equipo, la razón de este desmarque es su nuevo proyecto musical, un nuevo álbum de estudio titulado Harry’s House, el cual se lanza el 20 de mayo, representando un conflicto de programación con el film de Eggers.
Robert Eggers y Anya Taylor-Joy estarán juntos de nuevo en el remake de «Nosferatu»
Los retrasos de la producción por culpa del COVID-19 llevaron al director a posponer Nosferatu a un segundo plano, rodando y promocionando El hombre del norte. Cinta sobre vikingos en el que también aparecerá Taylor-Joy, acompañada de Alexander Skarsgard, Nicole Kidman o Ethan Hawke y que se estrenará en España el próximo 22 de abril. Por ello y según el New Yorker, se supone que Eggers estaría ahora mismo filmando en Praga para comenzar el rodaje de la historia de la novela de Bram Stoker.
A pesar de ser reconocido sobre todo por sus hits mundiales, Harry Styles ha participado ya en grandes producciones como Dunkirk de Christopher Nolan o en una escena post-créditos de Eternals, donde en un futuro podría recuperar el papel del Titan Eros, hermano de Thanos. Este abandono tampoco deja a la superestrella sin proyectos audiovisuales en la agenda. Tiene pendiente el estreno de Don´t Worry Darling, La película de terror que dirige su pareja Olivia Wilde y My Policeman, el drama ambientado en los años 50 en el que hace de policía gay.
Regresando a Nosferatu, la cinta y mítica historia de vampiros ha sido llevada varias veces al cine, pero aunque en la corta filmografía de Eggers no se encuentre ningún personaje de esta índole, no será la primera vez que el director de La bruja aborde el tema de los chupasangres, al menos de forma amateur. Cuando estaba en secundaria codirigió una pequeña producción teatral con sus hermanos menores como actores. En 2016, el cineasta habló así sobre la película original: “Fue una película de terror independiente en su día, un poco tosca, pero es una de las mejores y más inquietantes películas jamás realizadas. Las versiones de 16 mm tienen un misterio asombroso y ayudaron a construir el mito de que Max Shreck es un vampiro real”.
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