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por qué hay horario de verano y de invierno

El pasado 31 de octubre, los españoles atrasamos nuestros relojes una hora, de cara al invierno. Ahora, la noche del sábado 26 de marzo al domingo 27 toca entonces adelantar la hora pensando en la temporada de verano. Veamos las curiosidades del cambio de hora que desconocías.

Es una tendencia que siguen varios países del planeta, y que otros han descartado. Esto depende de factores como su ubicación geográfica, la dependencia de la luz solar e, incluso, también de las decisiones de los gobernantes, que pueden considerarla oportuna o no.

Es decir, en el territorio nacional realizamos dos modificaciones a los relojes, en otoño y primavera. Pero, ¿cuáles son las explicaciones concretas acerca de por qué en España tenemos esta costumbre, y desde cuando la tenemos en cuenta?

Curiosidades del cambio de hora

El origen de los dos husos horarios

Fue el político, científico e inventor Benjamin Franklin, en 1784, el primero que abordó el tema. Durante sus funciones como embajador en París, recomendó a las autoridades locales que intervinieran los relojes para aprovechar más la luz solar, y no usar tanto las velas.

Curiosamente, pasaron casi dos siglos desde que los franceses desecharon esa idea, hasta que la misma fue reflotada por el constructor británico William Willett, que propuso breves transiciones de 20 minutos semanales, comenzando la mañana tan pronto saliera la luz del sol.

Aún así, sólo los Estados Unidos se lo tomaron en serio, en tiempos de las dos Guerras Mundiales. Los mandatos que obligaban a los estados a regirse por dos horarios rápidamente se desperdigaron alrededor del mundo, y no fueron pocas las naciones que consideraron seguir sus pasos.

¿Qué pasaba en España?

A comienzos del siglo XX, España tenía la hora del Meridiano de Madrid, pero cada provincia poseía un huso horario específico, relacionado con la conveniencia de sus ciudadanos. Quiere decir esto que, en la práctica, ya se entendía que un huso único e inamovible podía ser perjudicial.

La Guerra Civil y el franquismo aplicaron nuevos cambios en el horario de los españoles, hasta que acabados aquellos años, España tomaría la misma hora que tiene en la actualidad, con margen para realizar ese cambio según la temporada del año, y aprovechamiento de la luz solar.

¿Para qué sirve tener un horario de verano y un horario de invierno?

A grandes rasgos, las sociedades modernas han optado por dos horarios por cuestiones de ahorro. Ahorro de carbón hace un siglo, y ahorro de otras diversas fuentes de energía en la actualidad. Aseguran, quienes defienden esta postura, que al ajustar los relojes, se gasta menos energía.

La clave está en que si nos ponemos a trabajar inmediatamente amanece, y producimos con el sol en su máxima expresión, no hay que encender las luces sino hasta que estemos de nuevo en casa. Para entonces, el consumo es menor porque en los ratos libres gastamos menos.

Numerosos estudios indican que esto es así, aunque no faltan quienes consideran que la diferencia es tan pequeña, que realmente no tiene sentido continuar con esta conducta en el futuro, y que es imperante optar por decisiones de ahorro energético más fuertes.


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