Aunque estamos muy familiarizados con la expresión de ‘sanear las puntas’ de nuestra melena, que es lo que la mayoría de chicas pretenden cuando acuden a la peluquería (habitualmente para cortar solamente un par de dedos), la verdad es que conseguir que nuestro pelo esté siempre sano va mucho más allá de simplemente cortarlo cada dos meses, como recomiendan la mayoría de las peluqueras. También la alimentación es sumamente importante para tener un pelo más fuerte.
Para protegerlo de las amenazas externas y garantizar que efectivamente este crece mucho, grueso y con fuerza, debemos también fijarnos en otros aspectos de nuestra rutina como lo son la alimentación que tenemos.
¿Qué alimentos son clave para goza de un pelo más sano?
Si quieres evitar la caída o la pérdida de brillo debes saber que las proteínas que encontrarás principalmente en carnes y mariscos, en la leche, en los huevos y en otros alimentos como las lentejas, las judías y las nueces son clave para mantenerlo bonito y cuidado; y por supuesto, las vitaminas, son claves para mantener el pelo sano y fuerte.
No podemos dejar de nombrar la levadura de cerveza porque posee una gran cantidad de vitaminas del complejo B, entre otras, además de diversos minerales.
Las vitaminas y minerales que te aportarán brillo
Por ello para beneficiarte de las propiedades de las vitaminas A, B y E, que protegen el cuero cabelludo, fortalecen el cabello y ayudan a su crecimiento, debes comer sobre todo frutas, verduras e incluso guisantes pues estos últimos son ricos en vitamina B1 y en vitamina C, que contribuye sobre todo a la absorción del hierro.
Además, tanto el calcio presente en la leche y en sus derivados, como también los minerales para tener un pelo más fuerte, también son imprescindibles.
Y es que el hierro (que está presente en vegetales verdes, carnes rojas y en el zumo de remolacha) es esencial para evitar que el pelo se debilite.
Beber agua
Además los líquidos son imprescindibles para que goce de la hidratación que se merece. Esto se puede resolver bebiendo agua, infusiones, té verde, es decir, aquellas bebidas más saludables, con nutrientes y antioxidantes.
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