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por qué la fruta que simboliza el otoño es tan buena

Galicia, Asturias, Castilla y León, Navarra y Cataluña son algunos de los territorios españoles que tienen la fortuna de ver crecer las castañas, esa fruta del otoño que disfrutamos sobre todo cuando parece que las bajas temperaturas de septiembre y octubre se hacen notar, extendiéndose además hasta diciembre. Aprende por qué las castañas son la fruta por excelencia del otoño.

Sobre todo cuando tenemos la posibilidad de saborear un plato dulce de castañas asadas con el frío, uno agradece a la madre naturaleza poder encontrarse con esta clase de productos de modo natural, y son muchos de los nutrientes y propiedades que posee y aporta.

Una de las claves de que las castañas son la fruta por excelencia del otoño para muchos, más allá de ese inconfundible sabor, está en que como son un alimento de temporada, durante todos esos días, sus nutrientes se encuentran concentrados haciendo de ellas una mejor alternativa que la de otros frutos secos. El cuerpo humano recibe y se aprovecha de su contenido en fibra y antioxidantes.

¿Por qué comer castañas en otoño?

Entre los motivos por los cuales podríamos recomendar comer castañas en otoño hay un par claves. El primero es que, si se las incorpora a una dieta equilibrada, sus sustancias internas son decisivas pensando en prevenir el desarrollo de enfermedades graves, como los episodios cardiovasculares.

Asimismo, es capaz de combatir la diabetes, entre otros problemas. Por lo tanto, todo régimen alimentario debería considerar su ingesta.

La segunda razón es que, como los demás frutos secos, las castañas poseen propiedades saciantes. Pero, a diferencia de aquellos, su aporte de calorías es muy menor, lo que hace un combinación perfecta para quienes tienen que cuidar su consumo calórico porque por un lado da la sensación de haberse llenado y, por el otro, no constituyen un incremento exagerado de este registro al final de cada día.

¿Cuántas castañas se pueden comer por día?

La respuesta a esta pregunta dependerá del peso de la persona, de su género y de sus objetivos. Igualmente, se recomienda en general un puñado en crudo, algo así como 30 gramos de fruta. Quienes realicen mucho ejercicio físico, no obstante, pueden irse hasta los 40 o 50 gramos.

Es decir, lo mejor es comerlas como si fueran un snack más, sustituyendo a otros menos saludables. Afortunadamente, pueden reemplazar otros alimentos en muchas preparaciones, ya que resultan versátiles y hay cientos de recetas en Internet para incorporarlas a nuestra dieta.


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