Bunbury y Maika Makovski, en ‘La hora musa’.
La semana que viene darán comienzo las semifinales del Benidorm Fest en La 1. Será una de las pocas veces que artistas como Javiera Mena, Rigoberta Bandini y Rayden podrán actuar en televisión. La música está muy presente en concursos de talento como Idol kids (Telecinco) y La voz (Antena 3), pero pocas veces la programación de las cadenas hace hueco a que los profesionales puedan mostrar su trabajo y charlar sobre él. ¿Por qué hay tan poca cabida entre tanta oferta a programas como en su día fue La edad de oro?
Movistar Plus + apuesta por varios formatos musicales y no necesariamente aferrándose a las tendencias. Recientemente, estrenaba Melódico, un tributo al cancionero clásico español, el de compositores como Manuel Alejandro y artistas como Nino Bravo o Rocío Jurado. También ha llegado a su catálogo BSO de Emilio Aragón, que combina entrevistas a personajes conocidos con las interpretaciones en directo de las canciones de su vida.
Arturo Paniagua ha presentado durante cuatro temporadas Sesiones Movistar+, un programa de entrevistas y música en directo por el que han pasado Vetusta Morla, Izal, Marlango y Miguel Poveda, entre muchos otros. En estos años, un equipo de más de 30 personas se ha encargado de “crear un espacio cómodo para los músicos, lograr que la actuación suene bien y ponerle mucho cariño en la selección de artistas que participan”, cuenta este miércoles por teléfono. “Hemos tenido grupos como Hombres G que me comentaban que creían que nunca jamás volverían a tocar en televisión de nuevo”. Son las cadenas que no se preocupan por los datos de audiencia, porque tienen otras vías de financiación, las que siguen teniendo música en sus parrillas.
Jero Rodríguez, director de La hora musa, admite que las audiencias son inferiores en programas puramente musicales, lo que hace que no sean rentables para las cadenas privadas que dependen de la publicidad. El suyo nació en La 2 mirándose en el espejo de Later… with Jools Holland, un clásico de la BBC que en España emite Movistar Plus+. En él, el pianista y divulgador musical Jools Holland charla y acoge las actuaciones en directo de artistas, que comparten experiencia en un espacio circular. Sin ser de los formatos más costosos de televisión, “sigue valiendo un dinero tener un plató casi en exclusiva, con muchos ensayos, pruebas técnicas y el pago a los artistas que, aunque estén promocionando sus discos, sus músicos están trabajando”, apunta por teléfono Rodríguez, que en la actualidad forma parte del equipo de Cachitos mientras La hora musa se mantiene en el limbo de La 2, a la espera de ser renovado o cancelado de forma definitiva.
“En los setenta y ochenta la música era importante en la sociedad española y por eso era un reclamo televisivo. Ahora solo es un elemento secundario de esos formatos. Incluso Cachitos, que se alimenta del enorme archivo musical de TVE, se basa en la nostalgia y el humor”, continúa el director. “De hecho, grupos de antes como Texas y Simple Minds son de los que mejor nos funcionaron en La hora musa”, recuerda.
Esas carencias hacen que a la televisión española le cueste, precisamente, hacer televisión a partir de la música, creando una narración visual con ella. En Estados Unidos, The Tonight Show Starring Jimmy Fallon y Saturday Night Live logran que muchas de las actuaciones musicales que ofrecen alcancen viralidad en redes sociales.
Así ocurrió con la participación el pasado mes de mayo de Troye Sivan, Tate McRae y el DJ Regard, en la que emularon en falso directo el videoclip de su canción You. Fue algo similar a lo que hicieron Sia y la joven bailarina Maggie Ziegler con su famoso Chandelier en el programa de Ellen DeGeneres en 2014.
Andreu Buenafuente ha mencionado en alguna ocasión lo costoso que es apostar por la música en directo, algo que lleva décadas haciendo en sus distintos late nights. Antes de la crisis económica, las actuaciones televisivas se costeaban a medias entre el presupuesto de la cadena para hacer el programa y el de las discográficas para promocionar a sus artistas.
Paniagua destaca que “solo hay que ver las actuaciones que recupera Cachitos para darse cuenta de cómo han cambiado las cosas. La situación de la industria musical estaba muy saneada entonces y España era un mercado importante a nivel europeo”, dice. “Ahora no lo es y solo artistas internacionales a los que sus discográficas dedican un presupuesto para promoción, como Ed Sheeran, puede pasarse por España para salir aunque sea en El Hormiguero y actuar en Los 40 Music Awards” concluye.
El canal Sol Música, que puede verse a través deOrange TV, Vodafone TV y Movistar, cuenta con un programa de música en directo, A solas, por el que han pasado cerca de 600 artistas, mientras que Sol en vivo traslada al espectador a las salas de conciertos y a algunos de los festivales más prestigiosos del país con la emisión, en directo, de actuaciones de los artistas nacionales.
Soluciones en pandemia
Pero incluso en pandemia, las cadenas han sabido hacer televisión con la música. Los llamados Tiny Desk Concerts (conciertos de escritorio) de la radio pública estadounidense NPR, invitan a los músicos a sus oficinas en Washington. Durante los meses del coronavirus, pidieron a los artistas que actuaran en sus propias casas. Así es como C. Tangana ofreció el pasado mes de abril una actuación muy visual y llena de colaboraciones estrella (de Kiko Veneno a Antonio Carmona). El vídeo, con 24 millones de visualizaciones, se ha colocado entre los 10 más populares en los 14 años historia del canal de YouTube de la NPR Music, a poca distancia de la actuación de Adele.
Ante el caos de propuestas a la carta que se encuentra en internet, ¿no podría la televisión podría aprovechar la prescripción, como ha ocurrido durante tantos años en Radio 3, para emitir programas basados en la selección de vídeos musicales por parte de expertos? “Es algo que sería barato de hacer y que yo echo en falta en televisión”, admite Jero Rodríguez.
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