Los elefantes no parecen ser demasiado amigos de las últimas invenciones tecnológicas a tenor de los resultados de un estudio en el que se reveló que le tienen miedo a esas diminutas máquinas voladoras conocidas como drones. Conozcamos ahora los motivos por los que los elefantes odian los drones.
Por qué los elefantes odian los drones
Investigadores de la Universidad de Duke (Carolina del Norte) viajaron recientemente a Gabón, África central, para estudiar la disminución de la población de elefantes. Para ello llevaron consigo tres drones para hacer un conteo del número de ejemplares de elefantes, rastrear las manadas y fotografiar su migración, pero las cosas no salieron según lo planeado.
Un ruido familiar
Los animales notaron de inmediato la presencia de los drones, que volaban entre 7 y 27 metros por encima de ellos, y comenzaron a inquietarse. Algunos animales rompieron la formación y huyeron, una hembra con un cachorro incluso roció barro en dirección a las máquinas, en una verdadera acción antiaérea. Los investigadores creen que lo que los asustó tanto pudo haber sido el zumbido de los drones, que por lo visto, les recuerda al verdadero terror que tienen los elefantes africanos: las abejas.
El enemigo más odiado les salva la vida
El tamaño que tienen los paquidermos incluso los protege de depredadores como los leones, pero lo cierto es que los elefantes no pueden hacer nada contra las abejas africanas, ya que son insectos particularmente agresivos que pueden llegar a picarles dentro de la trompa, en los ojos, detrás de las orejas o en la boca provocando molestias picaduras e inflamaciones que en algunos casos pueden llegar a ser incluso bastante peligrosas.
Por ello, cada vez que los elefantes escuchan el zumbido de las abejas salen corriendo y de hecho, se ha utilizado este miedo para precisamente salvar la vida de los elefantes, dado que los conservacionistas utilizan desde hace algunos años colmenas de abejas que colocan de manera estratégica para delimitar las zonas en las que viven los elefantes en África. Gracias a las colmenas y el zumbido que se genera crean barreras que respetan el 80% de los elefantes. En algunos casos se han llegado a utilizar incluso colmenas artificiales con buenos resultados.
En cuanto a los drones, los investigadores están estudiando ahora las frecuencias de estos zumbidos para ver cuánto se parecen en realidad a los de las abejas. El siguiente paso será estudiar a los animales con nuevos drones que emitan ruidos más suaves a distintas frecuencias, para poder hacer su trabajo sin asustarlas.
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