A todo el mundo le gusta sentir un abrazo ya sea de un familiar, o de un amigo. Incluso existe una iniciativa de gente que de manera altruista pasea por la calle con un cartel en el que ofrece abrazos gratis, y como no, hoy 21 de enero se celebra el Día Internacional del Abrazo, así que queda claro que estos son realmente necesarios, pero ¿Por qué necesitamos los abrazos para vivir?.
Puede que tenga relación con el hecho de que los abrazos tienen cierto efecto anti-estrés y no solo eso, sino que darlos y recibirlos desde que somos pequeños nos convierte en personas afables que según algunos estudios, nos hace capaces de empatizar con mayor facilidad con todo el mundo.
Los abrazos y su necesidad para vivir
Los abrazos son imprescindibles en todas las etapas de nuestra vida, incluso en la vejez. Científicos de la Universidad Estatal de Ohio aseguran que a medida que vamos envejeciendo, es más necesario que los abrazos estén presentes. De hecho están convencidos que un buen abrazo extiende la vida, teniendo en cuenta que las personas mayores no solo son frágiles físicamente sino también emocionalmente.
Los abrazos son por otro lado reconfortantes, en especial cuando pasamos un bache o estamos atravesando una mala época y de repente alguien nos abraza para que podamos encontrar consuelo, pero ¿por qué nos sentimos tan bien cuando nos abrazan? Pues al margen de que ya sabemos lo que se siente, según otros muchos estudios científicos, un abrazo de los seres queridos es bueno para nuestra mente y nuestro cuerpo. El abrazo estimula la producción en el hipotálamo de la oxitocina, que nos da una sensación de bienestar interior. En segundo lugar, ayuda al cerebro a reducir el nivel de cortisol u hormona del estrés. Un buen abrazo, además disminuye la presión arterial y los latidos del corazón, de modo que si lo damos en un momento en el que alguien está realmente estresado, nervioso o triste, seremos capaces de calmar a esa persona y con ello que pueda evitar cuadros de ansiedad, nerviosismo, y como hemos mencionado, de estrés.
Incluso existe una media de abrazos que son necesarios. De hecho, los científicos aseguran que necesitamos al menos 8 abrazos al día para vivir más y mejor y en el caso de los niños, doce abrazos hacen que crezcan mejor.
Nos queda claro el porqué necesitamos abrazos para vivir, pero si todavía tienes dudas podemos enumerar ahora un listado completo sobre los beneficios de darlos:
Beneficios de un buen abrazo
- Criar a los hijos con abrazos genera confianza y una sensación de seguridad. Esto ayuda a que se establezca con los niños una comunicación abierta y honesta.
- Como hemos mencionado, los abrazos pueden aumentar instantáneamente los niveles de oxitocina, que curan los sentimientos de soledad, aislamiento e ira.
- Aguantar un abrazo durante un tiempo prolongado eleva los niveles de serotonina, lo que hace aumentar el estado de ánimo y crea felicidad.
- Los abrazos fortalecen el sistema inmunológico. La suave presión sobre el esternón y la carga emocional que esto crea activa el chakra del plexo solar. Esto estimula la glándula del timo, que regula y equilibra la producción de glóbulos blancos en el cuerpo, lo que nos mantiene saludables y libres de enfermedades.
- Abrazar aumenta la autoestima . Desde el momento en que nacemos, el abrazo de nuestra familia nos muestra que somos amados y especiales. Las asociaciones de autoestima y sensaciones táctiles de nuestros primeros años todavía están incrustadas en nuestro sistema nervioso como adultos. Los mimos que recibimos de nuestros padres mientras crecemos siguen impresos a nivel celular, y los abrazos nos recuerdan a un nivel somático de eso. Los abrazos, por lo tanto, nos conectan con nuestra capacidad de auto amar.
- Abrazar relaja los músculos. Los abrazos liberan tensión en el cuerpo. Los abrazos pueden quitar el dolor; Calman los dolores al aumentar la circulación en los tejidos blandos.
- Los abrazos equilibran el sistema nervioso. La respuesta galvánica de la piel de alguien que recibe y da un abrazo muestra un cambio en la conductancia de la piel. El efecto en la humedad y la electricidad en la piel sugiere un estado más equilibrado en el sistema nervioso parasimpático.
- Los abrazos nos enseñan a dar y recibir. Existe el mismo valor en recibir y ser receptivo al calor, en cuanto a dar y compartir. Los abrazos nos educan como el amor fluye en ambos sentidos.
- Los abrazos son como la meditación y la risa. Nos enseñan a dejar ir ya estar presentes en el momento. Nos animan a fluir con la energía de la vida. Los abrazos te sacan de tus patrones de pensamiento circular y te conectan con tu corazón, tus sentimientos y tu respiración.
- El intercambio de energía entre las personas que abrazan es una inversión en la relación. Fomenta la empatía y la comprensión. Y es sinérgico, lo que significa que el todo es más que la suma de sus partes. Esta sinergia es más probable que se traduzca en resultados beneficiosos para todos.
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