¿Por qué no es buena idea salir con el pelo mojado de casa?

¿Alguna vez te has duchado y has tenido que salir tan rápido de casa que has decidido salir con el pelo mojado? ¿Tal vez te gusta llevar el pelo mojado para estar más fresca/o en verano? Puede que lo que estás haciendo sea todo un riesgo para la salud de tu cabello, de modo que te explicamos ahora por qué no se debe salir de casa con el pelo mojado.

¿Es buena idea salir con el pelo mojado de casa?

Muchas veces no lo pensamos. Nos lavamos el pelo y si lo tenemos muy largo, nos hacemos una coleta o un moño y salimos a la calle cuando todavía está mojado, o también nos duchamos por la noche y nos acostamos con el pelo completamente húmedo, pero ¿por qué todo esto supone un riesgo?.

Dejar el pelo mojado y no secarlo, o hacer que se vaya secando al «aire libre», puede hacer que poco a poco se vaya debilitando e incluso que se caiga. El motivo en sí es por el hecho de llevar el pelo mojado sumado al de recoger el pelo. Al estar mojado, el pelo se encuentra en su fase más vulnerable o delicada, por lo que si a eso le sumamos atarlo en una coleta o girarlo en un moño puede ser fatal para su salud.

Cuando está mojado, la membrana celular de nuestro pelo se debilita o de hecho está más expuesta a ciertos agentes externos. Esto provoca que sea más susceptible de caerse. De hecho, las personas que tienen el pelo largo ya habrán comprobado al ducharse como quedan siempre restos de pelos que se han caído, algo que durante el resto del día, y mientras el pelo está seco, pasa mucho menos.

Es esa membrana celular la que aporta brillo y fuerza al pelo, de modo que la tenemos que cuidar al máximo y evitar que la humedad permanezca demasiado tiempo.

Por otro lado, esa misma humedad puede llegar a afectar también a los folículos pilosos en nuestra cabeza, los cuales son responsables de que el pelo se mantenga adherido al cuero cabelludo.

Lo peor de este tipo de problema, es que si llevamos tiempo saliendo con el pelo completamente mojado de casa, puede que no notemos nada y cuando lo hagamos ya sea tarde. Un pelo debilitado y más cuando empieza a caerse, es difícil de recuperar y de hecho, cuando el folículo piloso pierde vitalidad, lo hace de forma irreversible.

¿Entonces qué hacer si además no podemos pasar por alto el daño que también puede hacer a nuestro pelo el calor del secador? La solución está en que al salir de la ducha, nos quitemos el exceso de agua del pelo con una toalla, simplemente apretando suavemente y nunca frotando. Después, podemos secar el pelo con el secador, pero sin usar una temperatura muy elevada o también podemos usar la función de aire frío incorporada en prácticamente todos los secadores.


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