La fuerza de la IA radica en su destreza predictiva. Con suficientes datos, según el pensamiento convencional, un algoritmo de aprendizaje automático puede predecir casi cualquier cosa, por ejemplo, qué palabra aparecerá a continuación en una oración. Dado ese potencial, no sorprende que las firmas de inversión emprendedoras hayan buscado aprovechar la IA para informar su toma de decisiones.
Sin duda, hay una gran cantidad de datos que uno podría usar para entrenar una herramienta de recomendación de inversión o diligencia debida impulsada por IA, incluidas fuentes como LinkedIn, PitchBook, Crunchbase, Owler y otros mercados de datos de terceros. Con él, las plataformas de investigación financiera impulsadas por IA afirman poder predecir la capacidad de una startup para atraer inversiones, y puede haber algo de verdad en esto. Una estudiar del desempeño de los fondos de cobertura encontró que los fondos impulsados por IA generaron rendimientos mensuales promedio más altos durante un período de 15 años que sus contrapartes guiadas por humanos.
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