En las ocasiones más dispares, cuando nos sentimos cansados o aburridos, casi siempre sentimos ganas de bostezar ; a pesar de ser un gesto natural, extremadamente común y generalizado, poco se sabe sobre la dinámica que rige este particular mecanismo. La razón es simple; los mamíferos bostezan por diversas razones, en contextos muy diferentes y, en consecuencia, es muy probable que el acto de bostezar no sea más que el resultado de la interacción de diferentes factores. Veamos entonces cuáles son esos factores y cuáles son las razones o motivos por los que bostezamos.
Por qué se producen los bostezos
El bostezo es un reflejo respiratorio que se divide en dos fases: una inhalación profunda seguida de una exhalación igualmente profunda y prolongada ; el acto de bostezar se acompaña generalmente de pandiculación , es decir, el conjunto de espasmos musculares que se producen en conjunción con el reflejo respiratorio. Un ejemplo típico, en este sentido, lo representan los movimientos que se realizan para estirar los brazos y los hombros al bostezar.
Aunque se manifiesta de una manera extremadamente simple, el bostezo requiere la activación coordinada de diferentes músculos , en particular los del tórax , diafragma , garganta (músculos laríngeos ) y boca (palatino). Durante la inspiración inicial, en efecto, la faringe se dilata, junto con la laringe y el tórax; como resultado, el diafragma se baja y la lengua se retrae hacia la boca; al mismo tiempo, la boca y las fosas nasales también se dilatan, mientras que las cejas se elevan y los párpados tienden a cerrarse. Los pulmones se llenan de aire hasta alcanzar su máxima capacidad; en este punto comienza la fase de exhalación, con la liberación progresiva del aire inspirado.
Y todo ello lo hacemos y en ocasiones muchísimo. De hecho, bostezamos decenas de veces al día y aunque la creencia popular señala que lo hacemos por sueño por aburrimiento. Realmente no es así. A continuación explicamos cuál es la hipótesis científica esta acción. ¿Quieres descubrirla?
Aportar frescura al cerebro
Por extraño que pueda parecer, una de las teorías más extendidas es que el hecho de bostezar ayuda a refrigerar el cerebro, uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Según esta hipótesis, el bostezo funcionaría como sistema de ventilación.
Hay que tener en cuenta que el cerebro consume alrededor del 33% de todas las calorías que ingerimos, de forma que la temperatura intracraneal aumenta de forma notable.
Gracias al bostezo desciende la temperatura intracraneal para que el cerebro funcione de forma adecuada en todo momento.
Dosis de oxígeno
Otra de las teorías más extendidas entre la comunidad científica es que bostezamos cuando el núcleo paraventricular del hipotálamo detecta que los niveles de oxígeno en el torrente sanguíneo son insuficientes. Durante el bostezo inhalamos mucho aire de forma repentina, lo que ayuda a restablecer los niveles normales.
Reducir la ansiedad
Esta es una de las explicaciones más recientes y también una de las más extendidas. Una investigación entre lemures ha llegado a la conclusión de que estos animales bostezaban justo después de no haber sido atrapados por un depredador. Es por ello que se considera que bostezar es un modo de disminuir los niveles de estrés en el organismo.
Llama la atención que las personas también bostezamos cuando estamos sometidos a altos niveles de estrés. Por ejemplo, los atletas suelen hacerlo justo antes de iniciar una competición.
Curiosidades sobre los bostezos:
Una de las grandes curiosidades de los bostezos es que son muy contagiosos. Los científicos no se ponen de acuerdo sobre por qué ocurre esto. Hay muchas teorías, como la tendencia natural del ser humano de reproducir comportamientos. No es sin embargo la única curiosidad sobre este fenómeno que representa el bostezo, existen otras:
- Se estima que cada día un individuo bosteza al menos 7 u 8 veces al día mientras que, según otras estimaciones, el hombre bosteza al menos 28 veces al día. En el transcurso de nuestra vida, sin embargo, llegamos a bostezar entre 220.000 y 250.000 veces;
- El contagio del bostezo casi siempre se manifiesta a partir de los cuatro años, aunque aún no se sabe cuál es la causa;
- La duración media de un bostezo es de unos seis segundos;
- No es posible bostezar ‘a la orden’;
- El bostezo se vuelve menos ‘contagioso’ con los años: los ancianos son menos ‘empáticos’ desde este punto de vista;
- Aunque no se ha probado, algunos estudiosos argumentan que los bostezos también pueden ocurrir entre humanos y perros.
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