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Por qué tu startup necesita un acuerdo prenupcial

Por qué tu startup necesita un acuerdo prenupcial

Yonaton Aronoff Colaborador

Los primeros meses de una startup son como el comienzo de una nueva relación romántica: llenos de promesas y emoción, con todos en trance en un maravilloso estado de posibilidades. En estos días de vino y rosas, es natural querer enfocarse en lo positivo. Imaginar, y mucho menos planificar, los peores escenarios, puede verse como la antítesis del lanzamiento de una nueva asociación.

Desafortunadamente, como muchos cofundadores y cónyuges se dan cuenta, el mejor momento para planificar los resultados negativos es al comienzo de la relación. Esperar hasta que se desarrolle el conflicto puede ser devastador y, con demasiada frecuencia, conduce a litigios intratables sin un ganador claro.

Tan difícil e incómodo como es, es fundamental para los cofundadores planificar la posibilidad de futuras turbulencias. Como mínimo, los cofundadores de startups deben:

Forzar conversaciones difíciles en la etapa de inicio y reconocer la posibilidad, por remota que sea, de que surjan disputas en el futuro. Involucrar a un abogado para ayudar con la redacción de documentos de formación que delineen claramente los derechos y obligaciones de todos los cofundadores, incluidas sus respectivas acciones de propiedad y el alcance del control operativo. Acordar previamente procedimientos para evitar y resolver bloqueos, así como un proceso para remover a los fundadores o facilitar su salida pacífica. No pospongas las conversaciones difíciles

Tratar de confiar en promesas colaterales, conversaciones, correos electrónicos y entendimientos es una receta para años de litigio.

Hay una cantidad interminable de trabajo por hacer en la etapa de inicio, y sin ningún ingreso, los cofundadores comprensiblemente asumen muchas tareas, trabajando incansablemente (y a menudo sin ninguna compensación) para lanzar su nueva empresa. Ganar tiempo extra para hablar sobre el potencial de discordia futura es lo último que alguien quiere hacer.

Además, los cofundadores a menudo están llenos de positividad durante la fase de inicio, y los juegos de guerra para obtener resultados negativos pueden verse como un “asesino de vibraciones” y contraproducentes para un lanzamiento exitoso. Llevar las conversaciones difíciles a otro día, cuando el dinero y el tiempo son más abundantes, siempre es más fácil.

Si bien puede parecer el peor momento para discutir los peores escenarios, la fase de inicio siempre es el mejor momento para confrontar y planificar los resultados negativos. Esto es cierto por muchas razones.

En primer lugar, en general, los cofundadores durante el período de puesta en marcha están en una posición relativamente igualitaria. Cada cofundador generalmente contribuye (y arriesga) con algo, ya sea capital, conexiones, mano de obra u otra cosa, y nadie está (todavía) en posición de atribuirse el mérito o culpar por el éxito o fracaso final de la empresa. Nadie sabe qué sucederá o por qué, y todos corren el mismo riesgo de fracaso.

En otras palabras, debido a que es ex ante, la etapa de inicio es, en muchos sentidos, el momento más fácil y justo para planificar equitativamente el futuro.


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