En la larga carrera política del recién fallecido Porfirio Muñoz Ledo, siempre destacó su labor como legislador: en 1988 en el último informe de gobierno del expresidente Miguel de la Madrid, cuando las autoridades electorales ya habían otorgado el triunfo al candidato priista Carlos Salinas de Gortari y la izquierda denunciaba un fraude electoral a Cuauhtémoc Cárdenas, fue el primer diputado federal en cuestionar e interpelar a un Presidente de la República en una sesión de la Cámara de Diputados.
Además, fue diputado federal en tres ocasiones y senador en dos periodos distintos y siempre se respetó su papel en tribuna.
También fue diputado constituyente cuando se reconoció a la Ciudad de México como un estado y se le dotó de su propia constitución a nivel local.
A partir del 1 septiembre del 2018, fungió como Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, por lo que le tocaba presidir y moderar los debates.
En 2019, cuando se discutía la renovación de la Mesa Directiva en San Lázaro y no había un acuerdo de Morena con el PAN, Muñoz Ledo pretendió prolongar su mandato al frente del Poder Legislativo, pero la oposición rechazó dicha propuesta.
Así, en septiembre del 2019, exasperado por la falta de acuerdos en la Cámara de Diputados, primero ironizó sobre la falta de acuerdos para designar a su eventual sucesor o sucesora.
“Pido a la secretaría que revise el reloj porque está marcando progresivamente. Cuando es una ley antigua, los transitorios son desmesurados y contradictorios, hasta los aparatos se sonrojan”.
Mas tarde, se apartó del micrófono, pero este quedó abierto y se le oyó exclamar: “Chinguen a su madre, qué manera de legislar”.
Finalmente, en tribuna renunció a su pretensión de prolongar su mandato al frente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
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