Rigoberta Manchú expresó que el dolor humano es muy grande en todas las fronteras.
Por Héctor Meza
En la 17 Cumbre de los Premios Nobel de la Paz que se realiza en Mérida, Yucatán, los 13 laureados presentes refrendaron su mensaje de paz e incluso plantearon acabar con el prohibicionismo de las drogas.
El premio Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos, destacó sobre la ley de amnistía que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión, que esta ha evolucionado y el mundo aprendió que el borrón y cuenta nueva tiene a la larga más problemas que beneficios, pero la justicia es transicional; además, dijo lo siguiente sobre una solución de fondo contra el narcotráfico:
“La solución en el fondo, del problema mexicano y del problema colombiano y del problema del mundo por el narcotráfico se llama prohibición, la prohibición es la fuente de la criminalidad y de esas ingentes sumas de dinero que van a alimentar las marcas”.
Por otra parte, en entrevista, el premio Nobel de la Paz de India, Kailash Satyarthi -quien ha luchado por los derechos de los niños- dijo que a pesar de la visión que se tiene de los jóvenes de ser problemáticos, no es así, pues son la clave del futuro.
“Sus voces deben ser oídas, ellos pueden participar en todas estas actividades, pueden traer paz en el mundo, pueden brindar sostenibilidad y desarrollo, justicia e igualdad, por lo que involucrar a los jóvenes y aceptar a sus líderes es clave”.
Por su parte Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz, comentó lo difícil que es trabajar por la paz, ya que no es una tarea fácil, porque “a veces nos tenemos que limitar de dar opiniones, o no tener una solución”.
Menchú expresó que el dolor humano es muy grande en todas las fronteras; no se trata de una región, se trata de que el mundo vive muchas injusticias y que las voces para resolverlas no son suficientes, sino que se requiere de políticas públicas y “no siempre estamos mandando en la política pública”.
“Por eso en algún momento sentimos un poco de impotencia cuando abordamos los temas más álgidos de nuestro mundo: la deshumanización, la intolerancia, la corrupción”.
La noche del jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó una cena con los premios Nobel, en la que comentó que “queremos conseguir a plenitud la paz, no con autoritarismos ni con el uso de la fuerza”.
Por otra parte, en el marco de la Cumbre de los Premios Nobel de la Paz, el mandatario mexicano sostendrá una reunión con el presidente electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, quien en entrevista exclusiva comentó:
“Plantearle a México el desarrollo de la zona fronteriza Guatemala-México no se trata de hacer muros físicos, esos no detienen la migración, no se trata de empujar a que haya muros con armas, eso no detiene la migración, lo único que detiene la migración son los muros de prosperidad, los muros de oportunidades y este programa lo que busca es la instalación de un primer muro de prosperidad en una zona fronteriza que abarca entre 40 y 50 kilómetros en cada lado de la frontera para que podamos concentrar las acciones de los dos gobiernos con la instalación de un Banco de Inversión que va a hacer la CEPAL si el gobierno mexicano lo acepta, sea binacional, la CEPAL haría un llamamiento a finales de enero del año entrante para que los países amigos, para que los cooperantes y todos aquellos que quieran aportar el tener esta crisis humanitaria pueda ser una realidad haciendo un Banco de inversión Guatemala-México específicamente para la zona fronteriza, sería el desarrollo de una zona económica especial binacional primera en su género en el mundo en lo que podríamos aumentar no solo la posibilidad de empleo sino que la introducción de servicios públicos en la educación como salud, seguridad y la dotación de vivienda social para que podamos ir conteniendo esta ola desenfrenada de migración”.