La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expresó su preocupación por las condiciones de vulnerabilidad que padecen las personas migrantes que se refugian en un campamento ubicado en la zona fronteriza de Tijuana, Baja California.
Los migrantes nacionales y extranjeros permanecen desde hace cuatro meses en dicho asentamiento en espera de noticias de las autoridades estadounidenses sobre la apertura de los procesos de asilo.
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A través de un comunicado, la CNDH detalló que migrantes viven en condiciones de hacinamiento y de mayor vulnerabilidad, pues dentro de los asuntos desatendidos por las autoridades destacan el reciente retiro de baños y regaderas portátiles, que provoca un grave conflicto sanitario, no sólo para la población migrante, sino también para los vecinos de la Colonia Federal.
Por ese motivo exhortó a las autoridades involucradas que establezcan las medidas necesarias para brindar seguridad y protección a las personas en contexto de migración que se encuentran en el interior y en las inmediaciones del lugar, y así evitar que se ponga en riesgo su seguridad, sus bienes, su integridad física y su vida.
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“No escapa a nuestra atención la llegada al campamento en los últimos meses de población en contexto de desplazamiento interno forzado, huyendo de la violencia criminal que asola a los estados de Michoacán y Guerrero, principalmente, sumándose problemas con el paso del tiempo sin que se vislumbre una solución de alojamiento alternativo y de servicios a los migrantes del campamento, conforme a la dignidad humana”, enuncia el comunicado.
Algunos de los problemas que más preocupan a la Comisión es la falta de alimentación para las aproximadamente 3 mil personas que componen hoy el campamento, así como la falta de medidas efectivas y permanentes para prevenir la propagación del coronavirus.
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“Especial preocupación merecen las niñas y niños, poco más de mil en ese lugar, pues algunos son enviados a pedir dinero a la línea de cruce fronterizo, mientras que otros son potenciales víctimas de abuso sexual y unos más, los lactantes, carecen de fórmulas lácteas para su alimentación”, manifestó la CNDH.
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