Por sus “preocupaciones” respecto a las elecciones del pasado fin de semana en las que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, logró la reelección con más del 70 por ciento de votos, el Gobierno mexicano llamó a consultas a su embajador en Nicaragua, Gustavo Alonso Cabrera.
La embajadora de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Luz Elena Baños, explicó ante este órgano que México ya ha trasladado a Nicaragua su preocupación sobre el proceso electoral.
“Especialmente, en lo que hace a la libertad de expresión y a la participación política de su ciudadano, que derivó en el llamado a consultas de nuestro embajador acreditado en dicho país”, relató la diplomática.
“México defiende y cree en la democracia representativa, fundamento de nuestra organización hemisférica”, destacó Baños, según recoge el diario El Universal. No obstante, rechazó que la OEA sea el organismo indicado para imponer sanción alguna, encaminada a aislar o intervenir a un estado miembro.
“Sólo el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas goza de tales atribuciones y siempre que determinada situación ponga en peligro la paz y la seguridad internacionales”, ha argumentado.
“Tampoco podríamos reconocer que la OEA goce de facultades implícitas o residuales, es decir, atribuciones que no estén expresamente previstas en las obligaciones que hayamos asumido en forma soberana”, advirtió.
El gobierno mexicano ha tenido una confrontación abierta con la OEA, en particular su secretario general, Luis Almagro, e incluso defiende restar peso a la OEA y sustituirla por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
En junio, México ya llamó a consultas a su embajador en Nicaragua en respuesta a la crisis política y a la detención de opositores, algunos de ellos candidatos en las recientes elecciones.
Europa Press
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