Ahora que ya estamos en pleno verano, y posiblemente muchas sean las personas que inician sus vacaciones, seguro que estarán pensando en broncearse en la playa a pesar de la pandemia. Para acelerar este proceso y además, poder broncearse adecuadamente nada mejor que elaborar un exfoliante corporal casero como el que os vamos a explicar.
Prepara la piel para broncearte con un exfoliante corporal casero
Si quieres presumir de un bronceado homogéneo e impecable , la piel debe estar previamente preparada. Para ello, no habrá nada mejor que exfoliarla adecuadamente de modo que podamos conseguir eliminar las células muertas, para que puedan respirar libremente.
La forma más fácil de hacerlo es confiar en un exfoliante corporal , un tratamiento de belleza que si bien se puede comprar en tiendas de belleza, también podemos hacer en casa de forma artesanal, creando el producto que necesitaremos para liberar la epidermis de las toxinas y prepararla para recibir, de forma adecuada, los rayos de sol.
Además, lo mejor de todo es que hacer un exfoliante corporal casero es algo muy sencillo ya que tan solo necesitamos unos pocos ingredientes, que es posible incluso que ya los tengamos disponibles en casa. Lo más importante, que es lo que nos ayuda a exfoliar la piel, es el azúcar, que puede reemplazarse por sal para un efecto más profundo.
Os vamos a ofrecer a continuación, dos recetas que son excelentes y que podéis probar en casa, de modo que comprobéis los resultados con una y la otra, conscientes de que la sal y el azúcar se pueden intercambiar fácilmente según las necesidades. Hemos de recordar además, que para hacer que el exfoliante sea más aromático, podemos añadir 2-3 gotas de nuestros aceites esenciales favoritos.
Exfoliante corporal con lima y sal marina
- 400 gr de sal marina
- 80 ml de aceite de oliva (o si lo prefieres aceite de argán)
- La ralladura de media lima
- Jugo de lima
Exfoliante corporal exfoliante con azúcar morena, miel y aceite de oliva
- 400 gr de azúcar moreno
- 100 ml de aceite de oliva
- 80 gr de miel cruda
El procedimiento para aplicar el exfoliante en ambas recetas es idéntico. Mezclamos todos los ingredientes en un bol y mezclamos bien con una espátula. En el caso del primer exfoliante, agregamos el jugo de lima poco a poco hasta que la mezcla tenga la consistencia adecuada. Es decir, sólido, pero que sea también fácil de aplicar sobre la piel.
Ponemos un poco de producto en la palma de la mano y comenzamos a masajear la piel del cuerpo, insistiendo en áreas ásperas, como rodillas y codos. La sensación inmediata será de bienestar, ya que este tipo de tratamiento estimula la circulación.
Cuando hayamos cubierto todas las áreas del cuerpo, enjuagamos los restos del exfoliante con agua tibia y aplicamos una crema corporal humectante que sea de rápida absorción.