Suu Kyi y otros altos cargos del país, incluido el presidente birmano, Min Wyint, fueron detenidos el 1 de febrero por las autoridades militares del país.
Las autoridades militares de Myanmar presentaron este martes nuevos cargos contra Aung San Suu Kyi, en esta ocasión por supuestas violaciones de las leyes de gestión de desastres en el marco de la pandemia de coornavirus.
El abogado de Suu Kyi, Jin Maung Zau, reveló que la antigua líder “de facto” del país participó en una videoconferencia durante la jornada con el juez que lleva el caso y agregó que la próxima vista tendrá lugar el 1 de marzo, según informa el portal birmano de noticias Mizzima.
Suu Kyi y otros altos cargos del país, incluido el presidente birmano, Min Wyint, fueron detenidos el 1 de febrero.
Tras ello, fue imputada por presunta violación de la Ley de Exportaciones e Importaciones por unos walkie talkies encontrados en su vivienda.
El golpe fue dado horas antes de que el nuevo Parlamento tomara posesión tras las elecciones de noviembre, en las que un partido opositor vinculado al Ejército denunció irregularidades, si bien no presentó pruebas que respaldaran sus acusaciones.
Pese a ello, los parlamentarios de la Liga Nacional para la Democracia (NLD) tomaron posesión posteriormente en una ceremonia informal y reeligieron la semana pasada a la hasta entonces líder “de facto”, Aung San Suu Kyi, para un segundo mandato.
La junta militar niega un golpe de Estado
La junta militar de Birmania insistió en que lo ocurrido el 1 de febrero “no fue un golpe” e instó a la ciudadanía a no dejarse llevar por las emociones, dentro de una nueva jornada de protestas que ha tenido entre sus epicentros las inmediaciones de la Embajada de Estados Unidos.
El portavoz de la junta, Zaw Min Tun, dijo que las Fuerzas Armadas tomaron el poder y echaron a la Liga Nacional para la Democracia de Aung San Suu Kyi para hacer respetar la Constitución de 2008 y defendió que las medidas adoptadas en estas últimas semanas, tanto para contener la pandemia de Covid-19 como para atraer la inversión extranjera.
“Para garantizar la democracia y la prosperidad, la población debería cooperar con nosotros sin dejarse llevar por las emociones“, afirmó Zaw en la primera rueda de prensa tras el golpe.
El portavoz defendió que el plan sigue siendo convocar elecciones y prometió que las autoridades intentan todo lo posible no ser violentas, según la agencia Bloomberg.
Las imágenes de represión contra manifestantes, incluso con el uso de fuego real, generaron recelo entre gobiernos extranjeros y organizaciones internacionales. El portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres, avisó al Ejército de graves consecuencias ante cualquier respuesta de mano dura a las protestas.
Con información de Europa Press