Andrew Wilkie y George Christiansen , junto con el canciller en la sombra, John McDonnell, han exhortado a Boris Johnson a bloquear el proceso.
Este martes, el periodista y activista Julian Assange recibirá una importante visita encabezada por el canciller en la sombra, John McDonnell, quien estará acompañado por Andrew Wilkie y George Christiansen, dos diputados australianos, quienes han solicitado al primer ministro Boris Johnson bloquear los intentos de extradición en contra del fundador de WikiLeaks.
McDonnell, cercano a Jeremy Corbyn, encabezó el pasado 4 de febrero la manifestación “Libertad de prensa y el caso de Julian Assange” en el centro de Londres.
En tanto, Andrew Wilkie, un diputado federal independiente, se ha pronunciado en contra del proceso en el que está ligado Assange, pues ha señalado que de lograr Estados Unidos su objetivo, sentaría un grave precedente para la libertad de expresión.
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“Esto establecerá un precedente de que si usted es un periodista que hace algo que ofende a cualquier gobierno en el mundo, entonces enfrenta la posibilidad muy real de ser extraditado a ese país”, dijo Wilkie antes de la reunión según cita The Guardian.
Por otro lado, George Christensen, copresidente del grupo parlamentario “Bring Julian Assange Home”, aseguró que ha enviado una carta al primer ministro británico en la que le recordó que él mismo ha dicho que el tratado de extradición entre Estados Unidos y Reino Unidos está desequilibrado.
“Soy un gran admirador de Trump, soy un gran admirador de Bojo [Boris Johnson] pero le diré lo que valoro más: la libertad de expresión”, dijo. “Hay muchos australianos a la derecha y a la izquierda que piensan que Julian Assange es una bolsa de ratas, que yo soy una bolsa de ratas, pero que debería llevarlo a casa“.
La visita tendrá lugar un día antes de que Assange se presente ante el Tribunal de Primera Instancia de Westminster a una audiencia de gestión previa a que inicien la audiencia de extradición el próximo 24 de febrero.
El activista está acusado por el gobierno de Estados Unidos por publicar documentos sobre la guerra de Afganistán e Irak por los que podría enfrentar 175 años de cárcel.