El Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) aprobó el mandato para que las y los diputados federales tricolores asistan a las sesiones en que se debatirá la reforma eléctrica enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. La orden es que voten en contra.
El acuerdo del consejo político, ‘mandata’ a los legisladores que acudan a todas las sesiones, porque en caso contrario se considerará que están a favor de la reforma, “lo que contravendrá de manera grave la unidad ideológica, programática y organizativa del partido”.
El documento aprobado dice que el tricolor participó en el ejercicio de parlamento abierto para escuchar voces de expertos, con las que llegan a la conclusión que la propuesta que se debatirá “pone en riesgo la estabilidad económica de México, lo que avizora una tragedia de consecuencias irreversibles…”.
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Según la postura del PRI, la iniciativa “promueve energías altamente contaminantes lo que representa un atentado contra el medio ambiente, la salud y el derecho a las futuras generaciones a un medio ambiente seguro y limpio”.
En video difundido en redes sociales, el presidente del partido, Alejandro Moreno, dijo que presentará un bloque unido contra la reforma, “no nos doblamos, no nos sometemos, ni nos entregaremos nunca”.
En esta reforma se necesita una mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, cuando menos, de los legisladores que se encuentran presentes en el salón de plenos.
Considerando que la Cámara de Diputados está integrada por 500 legisladores, se requieren 334 votos para alcanzar una mayoría calificada –o un número menor, según el total de asistentes a la sesión.
Morena y sus aliados (PVEM y PT) juntan 277 votos, por lo que aún necesitan 57 votos.
El PRI tiene 71 curules, el PAN tiene 113 y el PRD 15, con lo que suman 199. Si este bloque se mantiene sólido, podrían detener esta reforma.
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