“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“El Senado está absolutamente a favor de la ley de regulación del cannabis, pero hasta el momento en que sus términos garanticen el objetivo. Ante la presentación de una minuta descompuesta por los remiendos e inconsistencias que introdujo la Cámara de Diputados, es necesario corregir y encontrar un alto consenso de todos los partidos. Por ello, el senador Ricardo Monreal pedirá una prórroga a la Suprema Corte para, así, contar con el tiempo necesario con el fin de la revisión y mejora de cada punto. Si se requiere una ley, que sea un verdadero instrumento jurídico que permita la disminución de la delincuencia y no criminalizar a quienes porten unos gramos de mariguana. Aplazar a septiembre la discusión de la legalización, para algunos, pareciera un bache legislativo, pero, en el fondo, es la mejor manera de tomar decisiones. Se trata del bienestar social. Nada menos”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“La supuesta reforma para eliminar el outsourcing amenaza con ahogar al gobierno en su propia tramitadera. Para empezar, en la Cámara de Diputados no han podido aprobar el ‘histórico acuerdo’, porque una cosa son las ocurrencias presidenciales y otra, muy distinta, tener que darle forma legislativa”.
“Bajo Reserva”, en El Universal:
“Que el tema de la despenalización de la marihuana continuará dando de qué hablar es un hecho porque el Senado de la República no está dispuesto a pasar la minuta tal cual como se las envió la Cámara de Diputados y es que se había generado un consenso entre casi todas las fuerzas políticas. Nos dicen voces conocedoras del tema en la Cámara Alta que lo que en realidad influyó en los legisladores de la Baja fueron los lobbystas que ahí anduvieron dándose sus vueltas para presionar a los diputados”.
“Trascendió” en Milenio:
“Entre arengas de ‘¡fuera Lencho!’ y ‘¡fuera Ciro!’, así como vivas a Félix Salgado Macedonio y Gerardo Fernández Noroña, un pequeño grupo se manifestó ayer afuera del Palacio de San Lázaro para exigir a los diputados federales proceder con el juicio político y la destitución de los consejeros electorales Córdova y Murayama por ‘alta traición a la patria’. Después de más de dos horas de protesta bajo el sol, alguno de los dirigentes de la movilización pasó lista a un puñado de manifestantes, untándoles la mano con un billete de 200 pesos a cada uno, sí, señor”.
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