Alejandro Calvillo explicó que los argumentos detrás del proyecto de la ministra Yasmín Esquivel sobre el sistema de etiquetado nutrimental “son los de la industria, que no tienen ninguna base científica”.
El proyecto de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel, sobre el sistema de etiquetado nutrimental de alimentos contiene falsedades sobre la evidencia científica que proponen organismos internacionales, respaldando así a la industria, advirtió Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor.
En entrevista para Aristegui En Vivo, Calvillo explicó que se interpuso un amparo por considerar que el etiquetado no respeta el derecho de los consumidores a conocer los ingredientes y su concentración, lo que ha contribuido a la epidemia de obesidad que padece el país.
“No está permitiendo el derecho a la información sobre uno de los ingredientes que mayor responsabilidad tienen en esta emergencia epidemiológica de obesidad y diabetes”, apuntó el director de El Poder del Consumidor.
Además, explicó que en el proyecto de la ministra Yasmín Esquivel se afirma que los azúcares añadidos son igual de dañinos que los naturales, o que el actual etiquetado es entendible y se basa en las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin embargo, la evidencia científica ha demostrado que no es así.
“Pareciera ser que todos los argumentos que están detrás de este proyecto son los argumentos de la industria, que no tienen ninguna base científica”, señaló Calvillo.
Este miércoles los magistrados de la sala 2 de la SCJN discutirán el proyecto de Esquivel, que contraviene el amparo promovido por la agrupación El Poder del Consumidor.
“Se tiene que hacer justicia y respetar nuestro amparo porque está sustentado en la verdad y la evidencia científica”, dijo Calvillo.
Sostuvo que se calcula la mitad de los niños nacidos a partir de 2010 van a desarrollar diabetes a lo largo de su vida y eso tiene que ver con el consumo de productos con altas cantidades de azúcar, grasas y sodio.
Para Calvillo, en el sexenio pasado hubo “una estrategia contra la obesidad entre comillas”, donde la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) no probó entre los consumidores el diseño del etiquetado y tampoco consultó a institutos especializados.
Además, apuntó que la regulación que se hizo para la publicidad de alimentos chatarra dirigida a niños fue “una burla” en medio de altos niveles de sobrepeso, obesidad y diabetes en el país.
“La única información que tenemos los consumidores sobre los productos es la que está en las etiquetas. La que tenemos ahorita son etiquetados totalmente engañosos y no entendibles“.
Etiquetados de advertencia
En países como Chile y Perú el sistema de etiquetado nutrimental incluye el “etiquetado de advertencia”, el cual ha disminuido alrededor del 20 por ciento el consumo de bebidas con azúcares añadidos, según Calvillo.
“Este es el etiquetado que no quieren las empresas pero es el que mejores resultados está mostrando. Además, el producto que tiene un sello de este tipo no entra en las escuelas y no se puede publicitar para niños“, explicó.
Uruguay es otro de los países latinoamericanos que ya ha aprobado este sistema que entrará en vigor el próximo año.
Mientras que el ministro de Salud de Argentina habló en Mercosur sobre el propósito que existe en el país de introducir el etiquetado de advertencia.
Aquí la entrevista completa: