“La jefa de Gobierno es mucho más confiable y creíble que todos los de la novela de las 7”, destaca El Financiero.
“Frentes Políticos”, en Excélsior:
“Carlos Miguel Aysa González, gobernador de Campeche, se quiso lucir el mismo día de la visita presidencial. Dio a conocer un subsidio en la tarifa del servicio eléctrico e indicó que este descuento se desprende de un apoyo conjunto de Presidencia de la República y de la CFE. Qué bueno, porque de manejarse sólo con el talento financiero estatal, sería otra ruina a su cuenta. Pues se olvida que no sólo la ampliación del malecón fue la única “megaobra” con costos inflados por la administración de Alejandro Moreno Cárdenas, sino también la reconstrucción del parque Moch Cohuó, que consumió 162% más recursos de lo presupuestado. De esto no habló con el Presidente. Hay temas que no se le dan a Aysa. Ni las inversiones, ni gobernar bien”.
“Templo Mayor”, en Reforma:
“¡Ups! Vaya embrollo se vivió en el Senado. Todo comenzó porque Morena le enchiló que la senadora Lilly Téllez se pasara a la bancada del PAN. Y Ricardo Monreal terminó desquitándose con el PRD al desaparecer su grupo parlamentario. Si bien es cierto que los perredistas no alcanzaban el mínimo para formar un grupo parlamentario –se requieren cinco senadores o senadoras–, la realidad es que hasta ahora la existencia de su bancada y la del PES había sido parte de un acuerdo político no escrito”.
“La Feria” de Salvador Camarena, en El Financiero:
“Por una vez este país debe hacer que sus gobernadores sean, kilo por kilo, mejores que el gobierno federal. Es lo local, estúpidos, parafraseando a Bill. La jefa de Gobierno es mucho más confiable y creíble que todos los de la novela de las 7. La prueba de fuego apenas comienza para la Ciudad de México, pero si hay algo de esperanza es que estamos en manos de Claudia y no de Hugo. No vean a Gatell, consíganse al símil de la Agencia Digital de Innovación Pública, que en este tema tiene de vocero a Eduardo Clark, un técnico que día a día nos dice la realidad capitalina de la ocupación de las camas –que no luce nada bien–, el ritmo de hospitalizaciones –que luce peor– pero así sabemos a qué atenernos. Nada de dorar la píldora ni domar las curvas: ¿hay camas o no hay camas para atender contagiados del coronavirus? ¿No hay? No sales de paseo ni a la esquina. Lo demás es retórica irresponsable”.
“Trascendió”, en Milenio:
“La disolución de las bancadas de PRD y Encuentro Social en el Senado sorprendió a sus coordinadores Miguel Ángel Mancera y Sasil de León, a grado tal que después de la notificación de la Comisión Permanente ninguno quiso fijar su postura ni revelar el destino que tendrán sus legisladores. Las cuatro del PES, en todo caso, pueden adherirse al grupo mayoritario de Morena, pues desde hace varios meses asisten a las reuniones de la fracción, que por cierto ayer perdió a una integrante con la nada novedosa partida de Lilly Téllez al PAN”.