El plazo para presentar los Presupuestos del próximo año en “tiempo y forma”, como se comprometió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se agota y por eso los dos socios de la coalición continúan las negociaciones contra reloj. El desencuentro principal sigue centrado en la regulación de los alquileres en la futura ley de vivienda, un asunto de prioridad absoluta para Unidas Podemos (UP). Después de haber mantenido contactos durante todo el fin de semana, este lunes a primera hora los equipos negociadores, encabezados por la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y el de Presidencia, Félix Bolaños, se han reunido de nuevo. En el encuentro estaba también la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, principal negociadora de los Presupuestos con el responsable de Economía de UP y secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez; además de la titular de Transportes, Raquel Sánchez, y el secretario general de Agenda Urbana y Vivienda, David Lucas.
Fuentes de UP señalan que ambos partidos se encuentran cerca de cerrar un acuerdo sobre la regulación de alquileres que afecten a pequeños propietarios, tras haber alcanzado una solución “intermedia”. El desencuentro, sin embargo, continúa en relación con los grandes propietarios, para los que Unidas Podemos considera que la regulación debe contemplar la imposición de topes a los precios. Fuentes del sector socialista se limitan a señalar que se sigue avanzando para cerrar el acuerdo, sin más concreciones, trasladan mensajes mucho más optimistas y no disimulan la contrariedad que le suponen las críticas del socio minoritario del Ejecutivo. “A los compañeros de Unidas Podemos: estamos en un Gobierno; en un Gobierno se debate, se discute, pero en un Gobierno no se hacen ultimátums ni se condiciona. Se sienta y se negocia”, ha señalado Eva Granados, portavoz del comité organizador del 40º Congreso del PSOE. “Los ciudadanos esperan la cohesión del Gobierno”, ha sentenciado.
La impresión en UP es que los socialistas están “protegiendo” a los grandes fondos propietarios de miles de viviendas, porque no encuentran otra explicación a su negativa a imponer una regulación más estricta. En esa línea se ha expresado este lunes la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, máxima responsable política de Unidas Podemos en el Gobierno. En declaraciones a los medios recogidas por Europa Press, ha asegurado que “no es capaz de entender” por qué razón no se quiere hacer en España con la regulación de la vivienda “lo mismo que despliegan otros países europeos”, sobre todo cuando las familias dedican “el doble a pagar el arrendamiento” que el resto de las medias europeas (un 40% en España, frente a un 24% en otros países). “Los jóvenes españoles no necesitan paternalismo, sino poder emanciparse para acceder a una vivienda. Hoy esto es un imposible, y, por tanto, lamento decirles que no hay acuerdo”, ha apuntado Díaz antes de matizar. “Estoy segura de que avanzaremos estos días y desde luego por nosotros no va a ser. Cuando el PSOE quiera, estamos dispuestas”, ha enfatizado. La réplica de Ferraz no se hizo esperar. “Sobre vivienda, solo hay que ver el último Presupuesto General del Estado aprobado y el aumento exponencial que hubo en las partidas de vivienda”, ha observado Granados. “La apuesta decidida que tenemos sobre rehabilitación y por un parque social que dé respuesta a los jóvenes es nuestra obsesión, que trasladamos en las mesas que tenemos con nuestros compañeros con Unidas Podemos y no en ruedas de prensa”.
La portavoz de Podemos, Isa Serra, también se ha referido a este asunto en la rueda de prensa semanal del partido, y ha insistido en que es necesario legislar en favor del derecho a la vivienda para acabar con los “abusos” del precio del alquiler. Fuentes de UP señalan que los socialistas tienen interés en “cerrar hoy mismo” el acuerdo para poder cumplir con los plazos establecidos y llevarlo mañana al Consejo de Ministros, pero la formación lo ve “muy difícil”, aunque reconocen que los contactos entre ambos equipos son permanentes.
Más allá del malestar que las presiones públicas de Unidas Podemos han suscitado en la bancada socialista del Gobierno, la prioridad es cerrar un acuerdo cuanto antes. “Seguimos trabajando”, han señalado fuentes del PSOE a EL PAÍS. La ley de vivienda, que se trabaja en una mesa diferente a la de los Presupuestos, ya formó parte de las negociaciones de las cuentas el año pasado. El pacto, de hecho, se logró después de que ambos partidos alcanzaran el compromiso, en octubre de 2020, de llevar al Congreso en cuatro meses una ley que regulase los alquileres, algo que no ha ocurrido.
En las últimas semanas habían aflorado otros puntos de desencuentro en la negociación de las cuentas. Entre los principales, la imposición de un tipo mínimo efectivo del 15% para grandes empresas en el impuesto de sociedades o la aprobación de una prestación por crianza para todas las madres con hijos de 0 a 3 años. Si bien el PSOE se abrió a incluir la reforma de sociedades, no ha habido hasta ahora consenso respecto a las ayudas a la maternidad, una de las propuestas incluidas en la ley de apoyo a las familias que ultima el departamento de Belarra.
Si, como todo parece indicar, los Presupuestos no van este martes al Consejo de Ministros, los tiempos empiezan a estrecharse. El PSOE quería llegar con las Cuentas cerradas a su 40º Congreso Federal, que celebrará del 15 al 17 de octubre en Valencia. Para eso tendrían que aprobarse la próxima semana en un consejo ordinario el 11 —el martes, 12, es festivo— o uno extraordinario antes del congreso socialista del fin de semana. En UP no tienen tanta prisa y recuerdan que el año pasado se aprobaron en el Consejo de Ministros a finales del mes de octubre y sin embargo se lograron acortar tanto los plazos en el Congreso y el Senado que las Cuentas pudieron sancionarse definitivamente en las Cortes a finales de diciembre para entrar en vigor al año siguiente, como es habitual. El PSOE no quería estirar los plazos tanto como el año pasado, cuando se forzó el reglamento del Congreso para acelerar todo. Si se desbloquea vivienda, todo puede precipitarse, pero nada indica que ese acuerdo esté cercano. “Tenemos reformas pendientes encima de la mesa que llegarán al Consejo de Ministros y al Congreso. No tengan duda más allá de declaraciones de los compañeros de coalición”, ha cerrado Granados.
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