El progreso continuo de Ucrania de ninguna manera está asegurado.
No hay indicios de una retirada masiva de Rusia, y las fuerzas rusas han continuado asaltando posiciones ucranianas y golpeando ciudades y pueblos ucranianos. En áreas donde Ucrania ha tenido la ventaja, el ejército ruso puede encontrar una manera de atrincherarse, mantener el frente y esperar el invierno, cuando el suelo se congela y los avances son más difíciles. Después de un período de maniobras más rápidas, la lucha podría disminuir y volver a una guerra de desgaste, con la voluntad de Rusia de destruir áreas pobladas con artillería haciendo retroceder a Ucrania.
Pero los recientes logros de Ucrania han reformado la política de la guerra, así como el campo de batalla. Ahora parece menos probable que los países occidentales retiren el apoyo militar a Ucrania, que ha demostrado ser esencial. Mientras tanto, el presidente Vladimir V. Putin de Rusia enfrenta críticas inusuales en su país por las recientes pérdidas militares y las preocupaciones de Xi Jinping, el líder de China, que es el socio más poderoso de Rusia.
En este clima, el problema central de Rusia, la falta de combatientes entrenados y motivados, no se resuelve fácilmente. El anuncio de Putin el miércoles de una “movilización parcial” de personas con experiencia militar que implicaría el llamamiento de unos 300.000 soldados podría ayudar a complementar las fuerzas rusas. Pero la calidad de los nuevos reclutas no está clara y podría llevar tiempo organizarlos y desplegarlos, lo que limitaría el efecto inmediato en el campo de batalla.
Aunque todavía se considera poco probable, ahora es posible imaginar que los éxitos continuos de Ucrania podrían conducir al colapso de la moral y la capacidad de lucha de Rusia, escribió el lunes Muzyka, analista de Rochan Consulting.
“Ya no es ciencia ficción pensar que la guerra terminará en cuestión de semanas, meses y no años”, escribió Musyka.
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