A veces decimos tantas cosas a los perros y encima nos hacen caso que pensamos que entienden nuestras palabras. ¿Y si fuera cierto? Pues no vamos desencaminados porque un estudio de la Universidad de British Columbia en Vancouver, Canadá, los perros pueden distinguir más de 160 palabras.
Y son inteligentes, siempre dependiendo del tipo de raza. Otro estudio de la Universidad Eötvös Loránd (Budapest) reveló que también intentan analizar cómo decimos las palabras. Al parecer, los perros procesan el significado de las palabras con su hemisferio izquierdo, mientras que con el hemisferio derecho perciben el tono en el que son pronunciadas.
De manera que pueden llegar a analizar el significado de las palabras junto a la entonación y esto evoluciona en ausencia del lenguaje. Es más, todo esto mejora la comunicación entre perros y seres humanos.
Los perros pueden asociar ideas fijándose en diversos aspectos como la entonación o bien la musicalidad y también el lenguaje no verbal, como el corporal, a través del cual entienden ciertas cosas.
Según los investigadores, el estudio fue el primer paso para entender cómo los perros interpretan el habla humana. Entrenaron 13 perros que se mantuvieron inmóviles para realizarles una resonancia magnética cerebral. Con esto midieron la actividad cerebral de cada perro cuando escuchaban las palabras de sus entrenadores, que solían combinar palabras de elogio o bien neutras.
Así los perros combinan ambas para una correcta interpretación del habla y de lo que realmente significan esas palabras. Lo que está claro es que los científicos concluyeron que los mecanismos neuronales para entender las palabras evolucionaron y no son únicos al cerebro humano.
Otros estudios determinaron que algunos perros son capaces de aprender 200 palabras de los humanos. Se descubrió, como hemos dicho, que también son inteligentes y que poseen conceptos básicos de aritmética y hasta ciertas razas pueden hacer sumas sencillas.
Esto nos parece realmente curioso. Pero además pueden llegar a engañar a otros perros y a los humanos para conseguir recompensas. De esto se deduce que son inteligentes. De hecho, la manera como los eduquemos dice mucho de ellos y de lo que pueden ser capaces de hacer.
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