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Putin avisa de que no permitirá “revoluciones” en Rusia

Putin avisa de que no permitirá “revoluciones” en Rusia


El presidente ruso, Vladímir Putin, ha advertido este lunes de que el envío de tropas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) a Kazajistán es un aviso a los participantes en futuras protestas en su propio país. “Las acciones tomadas por la CSTO han mostrado claramente que no permitiremos desestabilizar la situación en nuestro hogar y que tampoco permitiremos que ocurra ese escenario al que llaman revolución de color”, ha declarado el mandatario durante una videoconferencia con los líderes de esa alianza militar. La presencia de los 2.500 militares extranjeros podría ser breve, según avanzó por su parte el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, quien aseguró que la situación ya está bajo control.

La CSTO la forman Rusia, Bielorrusia, Armenia y las repúblicas centroasiáticas de Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán. El presidente ruso ha destacado “la altísima interacción y la voluntad” de sus socios para intervenir de forma urgente después de que Tokáyev solicitara su apoyo el pasado miércoles. Las protestas, iniciadas por el repentino encarecimiento del gas licuado de petróleo que se usa allí en muchos automóviles, se extendieron rápidamente por todo el país y se convirtieron en una revuelta contra el régimen. Cuando Tokáyev pidió ayuda, ya había decenas de muertos y algunos edificios de la Administración habían ardido.

“Esto es el resultado de la gran confianza que hemos desarrollado entre nosotros a lo largo de años de trabajo conjunto”, ha agregado Putin. El mandatario ruso se ha mostrado proclive a reforzar los mecanismos de la CSTO, organización que ha efectuado su primera intervención desde su creación en 1992. “Necesitamos pensar en mejorar los procedimientos para tomar decisiones sobre el uso de fuerzas conjuntas. Las medidas se adoptaron pronto, pero deben ser uniformes, y esto mejoraría la calidad de nuestro trabajo”, ha subrayado el mandatario ruso.

Tokáyev activó el artículo cuarto de la CSTO, que prevé el apoyo de los aliados en caso de agresión externa contra algunos de sus miembros. El presidente de Kazajistán ha insistido estos últimos días que en las protestas participaron bandas coordinadas “desde el extranjero” con miles de “terroristas”, muchos procedentes de Oriente Próximo, según su versión.

No obstante, la situación de Asia central está aún lejos de ser tranquila para el Kremlin. El presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, ha advertido a sus socios durante su intervención de la creciente presencia de yihadistas en zonas fronterizas con Afganistán. “Son más de 40 campamentos y centros de entrenamiento de terroristas en las provincias del noreste de Afganistán que limitan con las fronteras del sur de la OTSC. Sus fuerzas cuentan con más de 6.000 combatientes”, ha señalado el líder tayiko.

Moscú ha respaldado internacionalmente a los talibanes desde que tomaron Kabul el pasado agosto. El nuevo Gobierno afgano prometió que no habría movimientos de extremistas hacia sus socios de Asia central, pero el presidente de Tayikistán ha advertido este lunes de que junto a sus fronteras hay movimientos del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), Al Qaeda y otras organizaciones terroristas.

“Hasta ahora no se ha implementado la decisión de la CSTO de crear una lista única de organizaciones reconocidas como terroristas. Además, nos preocupa especialmente que no se haya adoptado un plan interestatal para fortalecer la frontera entre Tayikistán y Afganistán”, ha dicho Rahmon a sus socios. Tras la videoconferencia, el Kremlin ha asegurado en un comunicado que habrá “encuentros a todos los niveles” para abordar esta cuestión.

Por su parte, el presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, ha afirmado que lo vivido en Kazajistán esta semana es similar a lo que sucedió en su país tras las elecciones de 2020, cuando las manifestaciones contra el fraude electoral fueron duramente reprimidas. “Un análisis de los acontecimientos en Kazajstán muestra la presencia de un factor externo, un escenario reconocible. No hay necesidad de irse muy lejos para hacer analogías: Yugoslavia, Irak, Libia, Siria, Ucrania o Afganistán. No hace mucho tiempo, Bielorrusia experimentó un ataque combinado similar”, ha sostenido Lukashenko.

No obstante, el mandatario bielorruso también ha insinuado que las protestas de Kazajistán han podido ser promovidas desde dentro. “Detrás de todos los factores externos, uno debe ver los internos. Esta es una lección que aprendimos en Bielorrusia. Si no entendemos esto, si solo culpamos al factor externo, estos eventos pueden volver a repetirse”, ha dicho Lukashenko.

Precisamente esta crisis ha provocado un terremoto en las altas esferas de Kazajistán. El hasta ahora jefe de la inteligencia de Kazajistán, Karim Masimov, ha sido detenido bajo la acusación de cometer alta traición al Estado, y Tokáyev ha asumido el control del Consejo de Seguridad (responsable de todas las fuerzas de seguridad del país) tras relevar del cargo al expresidente Nursultán Nazarbáyev.

El histórico mandatario, que dirigió las riendas del país durante tres décadas hasta delegar sus funciones en su delfín Tokáyev en 2019, ha permanecido en silencio durante toda la crisis. Mientras se desarrollaba la videoconferencia, las agencias de prensa rusas han preguntado al portavoz de Putin si el líder ruso ha hablado con Nazarbáyev. “La coordinación ha requerido un contacto constante con el presidente Tokáyev”, ha respondido el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, a quien le han insistido que aclarara si Putin y Nazarbáyev habían mantenido algún tipo de comunicación. “No tengo esa información”, ha agregado.

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