El presidente de Rusia, Vladimir Putin, denunció que el país es víctima de una “verdadera guerra” y echó en cara a Occidente que haya “olvidado” quién derrotó a las tropas nazis en la Segunda Guerra Mundial, dentro de un esperado discurso en la plaza Roja de Moscú con motivo precisamente del Día de la Victoria.
“Se está librando una verdadera guerra contra nuestra patria”, dijo Putin, que volvió a denunciar el “odio” y la “rusofobia” de Occidente frente a una Rusia que, según sus propias palabras, quiere un “futuro pacífico” pero está dispuesta a hacer lo que sea necesario para “proteger” el país y a los habitantes de las zonas anexionadas en el sur de Ucrania.
“Pero nosotros nos resistimos al terrorismo internacional y también defenderemos a los habitantes del Donbás y garantizaremos nuestra seguridad”, aseguró el mandatario con ocasión del 78 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
El mandatario rindió homenaje a los “héroes” de las Fuerzas Armadas y se declaró orgulloso por la labor de estos efectivos durante la “operación militar especial“, el eufemismo con el Kremlin ha bautizado la invasión lanzada sobre Ucrania en febrero de 2022 y que ha sobrevolado tanto los preparativos de los actos de este martes como el discurso de Putin.
El presidente, rodeado principalmente de líderes políticos de países aliados de Asia central, no dudó en cargar de nuevo contra las “élites globalistas occidentales” que reivindican su “exclusividad” política y “provocan conflictos sangrientos y golpes de Estado”. “La civilización está en un punto de inflexión decisivo”, proclamó.
Putin subrayó que Rusia “no tiene pueblos enemigos y hostiles ni en Occidente ni en el Este” y, como la absoluta mayoría de los países del mundo, anhela “un futuro pacífico, libre y estable”.
Al mismo tiempo, acusó a Occidente de olvidar lo que ocurrió cuando la Alemania hitleriana persiguió el dominio mundial al desatar la guerra en 1939 y advirtió de que “la ambición sin límites, la arrogancia y la permisividad desembocan inevitablemente en tragedia”.
“Consideramos que cualquier ideología de supremacía es por su naturaleza repugnante, criminal y mortal. En cambio, las élites globalistas siguen defendiendo su exclusividad, enfrentan a la gente y dividen a las sociedades, provocan conflictos sangrientos y golpes de Estado, siembran el odio, la rusofobia y el nacionalismo agresivo”, subrayó.
Acusó a las potencias occidentales de “imponer su voluntad, sus derechos, sus reglas” y, en realidad, forjar “un sistema de saqueo, violencia y opresión” en la que también se destruyen “los valores tradicionales que convierten al hombre en hombre”.
“Parece que han olvidado a qué condujo la demencial aspiración de los nazis al dominio mundial, quién destruyó ese monstruoso y absoluto mal (…) y quién no escatimó vidas en aras de la liberación de los pueblos de Europa”, dijo, en alusión al Ejército Rojo.
En cuanto a Ucrania, aseguró que su pueblo vive una “catástrofe”, pero no por la intervención militar lanzada por Rusia en febrero de 2022.
“Es rehén de un golpe de Estado y del régimen criminal instaurado como consecuencia, y de sus amos occidentales. Es moneda de cambio en la realización de sus crueles e lucrativos planes”, aseveró.
Al término del desfile, Putin y los únicos líderes extranjeros presentes -Bielorrusia, Armenia, Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán- depositaron un ramo de flores en la tumba al soldado desconocido a los pies de las murallas del Kremlin.
Durante su intervención el jefe del Kremlin ordenó guardar un minuto de silencio en recuerdo de los caídos en la Gran Guerra Patria -más de 26 millones de soviéticos-, como se conoce en este país el episodio soviético de la contienda mundial.
Unos 10,000 soldados, incluido más de medio millar de combatientes en la campaña militar rusa en Ucrania, desfilaron por el empedrado de la plaza Roja, rodeada este año por estrictas medidas de seguridad por miedo a los actos de sabotaje del enemigo.
(Con información de Europa Press y EFE)
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