El escritor Fabrizio Mejía señaló que tras la divulgación de la lista se espera el descrédito de esas voces para dar pie a una nueva manera de hacer periodismo.
Que el presidente Andrés Manuel López Obrador hable de comunicadores que recibieron apoyos oficiales a cambio de promover una imagen positiva del gobierno de Enrique Peña Nieto, pero se niegue a divulgar sus nombres, abona a la especulación lo cual es dañino para el debate público, afirmó la periodista Ana Lilia Pérez.
En su conferencia matutina del jueves, López Obrador anunció que para la próxima semana entregará la información solicitada al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) sobre los periodistas que recibieron contratos de publicidad en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, el mandatario precisó que será el organismo el que decidirá si revela o no los nombres de los comunicadores.
En la Mesa de Análisis de Aristegui En Vivo, Pérez consideró que dar a conocer esta información es de interés general porque es dinero público y se debe transparentar.
En su opinión, que el presidente López Obrador diga que hay “periodistas chayoteros” pero se niegue a decir sus nombres, abona a la especulación, lo cual es más dañino para el debate público.
Indicó que no se trata de etiquetar a nadie sino de que se transparente qué parte de ese dinero se destinó a una campaña publicitaria.
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“Si desde Presidencia se está promoviendo este tema de la transparencia, lo cual es aplaudible, por supuesto, se debe ser transparente por completo. No se puede hablar de transparencia a medias y mucho menos dejar datos ahí que generan más especulación”, señaló.
Por su parte, el escritor Fabrizio Mejía indicó que tras la divulgación de la lista de los “chayoteros”, lo que sigue es el descrédito de esas voces para dar pie a una nueva manera de hacer periodismo en los medios tradicionales, que tenga como centro que la información es un bien público.
Al hablar sobre la contaminación, Ana Lilia Pérez señaló que “los problemas medioambientales se fueron dejando de lado en el país y se fue burocratizando la gestión de la calidad del aire”.
“Estamos tan rezagados en esta materia, que no es sólo el tema de las normas oficiales mexicanas, que desde hace mucho tiempo ya no están acordes a lo que marca la Organización Mundial de la Salud”, apuntó.
Además, consideró mucha negligencia en este tema, ya que en una recomendación de julio de 2018, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) advirtió que sólo 21 estados en México tienen sistema de monitoreo atmosférico, cuando todas las entidades deberían tener uno.
En su opinión, es un buen momento para que las autoridades revisen las observaciones que les hizo la CNDH y las atiendan.
Al respecto, Mejía consideró que además de la declaratoria de emergencia nacional ambiental, la sociedad también hace falta una investigación penal para castigar a los responsables de los incendios forestales.
A continuación, la Mesa de Análisis completa: