Los franceses votan el domingo para elegir a su próximo presidente, escogiendo otra vez entre el centrista Emmanuel Macron y la candidata de extrema derecha Marine Le Pen. Las últimas encuestas dan una considerable ventaja a Macron, que ronda el 55,5% del voto en los sondeos, frente al 45,5% de Le Pen.
La ventaja del actual presidente se ha abierto hasta superar los 10 puntos, después de haberse estrechado hasta solo 4, justo antes de la primera vuelta, hace dos semanas. En esa votación, Macron fue el candidato más votado con un 27,8% de los votos, seguido de Le Pen, que logró el 23,1%. Quedaron eliminados el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que sumó el 22% de los apoyos, el polemista televisivo de extrema derecha Éric Zemmour (7,1%), la candidata conservadora Valérie Pécresse (4,8%), el ecologista Yannick Jadot (4,6%) y la socialista Anne Hidalgo (1,7%).
La recuperación de Macron se explica porque ha ganado el voto útil contra la derecha radical. Ante esa disyuntiva, los electorados que van desde la izquierda hasta el centro-derecha parecen decantarse por el centrista. Según las encuestas de Ipsos, Le Pen convencerá a la mayoría de los simpatizantes de Zemmour, que la elegirán en proporción de siete a uno (la votará el 72%, frente al 11% que escogerá a Macron). Sin embargo, el presidente gana entre quienes votaron por Jadot (65% frente al 5%) y Pécresse (49% frente al 13%). También en el caladero más grande, la izquierda que votó por Mélenchon en primera ronda: la mitad de esa gente duda, no contesta o se abstendrá, y un 18% dice que votará por Le Pen, pero son casi el doble, un 34%, los que elegirán a Macron.
Estos flujos elevan al centrista hasta el 55% o 56%. Tiene un margen significativamente menor que en 2017, cuando se impuso por el 66% frente al 34% de la líder de extrema derecha, que es un hecho que merecerá análisis pase lo que pase el domingo. Pero será una ventaja suficiente, probablemente.
¿Es posible una sorpresa? Le Pen conserva todavía un 5% o 10% de opciones para ganar por sorpresa, según distintos pronósticos. Es lo que sugieren los sondeos de The Economist (5%), las apuestas (9%) o la comunidad de predicción Metaculus (9%). Su victoria se considera improbable, sobre todo por lo que dicen los sondeos, pero no por completo impensable. En parte porque quedan 24 horas antes del recuento y en parte porque los sondeos son siempre un ejercicio de aproximación. Como referencia, es útil recordar que Donald Trump tenía un 20% o 30% de opciones de ganar en 2016 (y ganó), pero también que tenía un 10% en 2020 (y perdió). Un 10% es la frecuencia con que falla un tiro libre un especialista como Stephen Curry: pasa poco, pero pasa. Son las opciones que tiene el Villarreal para ganar la Champions, según los apostadores, y es tan raro, o tan normal, como lanzar dos dados y sumar 11 o 12.
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