Llega el buen tiempo y con él el placer de tomar algo en una terraza, a punto de poder disfrutar de la plena libertad es momento de hacerse la gran pregunta, qué pedir. Una copa de vino blanco, un tinto nacional de los que solo con su olor ya despierta pasiones o una cerveza fría a primera línea de mar. Las posibilidades son casi infinitas, aunque si estamos a dieta podemos tener ciertos remordimientos. Aunque no probemos la tapa de rigor, las patatas, los frutos secos o las aceitunas no podemos dejar de tomar un vino o una cerveza, toma nota de cuál engorda más.
¿El vino o la cerveza? Esta es la bebida que más engorda
Para saber si engorda más el vino o la cerveza toca sacar la calculadora o tener muy buen ojo. La cerveza tiene una medida que puede ser estándar, pero el vino es casi imposible de calcular la cantidad exacta, a no ser que nos bebamos la botella entera. Todo es posible, aunque no es recomendable, una o dos copas de vino pueden ser suficientes, a pesar de no saber con exactitud la cantidad de calorías que estamos tomando.
Todo, menos el agua, engorda. Partiendo de esta base, el alcohol es lo que marca la diferencia y nos hace coger peso. La cerveza, además, contiene una cantidad relativa de hidratos de carbono, dependerá en gran medida de la marca. Por eso, es la bebida favorita de los deportistas, después de hacer ejercicio nos aportará la energía necesaria para continuar con la rutina diaria o emprender de nuevo nuestras tareas.
La cantidad de alcohol en la cerveza es menor, suelen tener sobre un 4% de media, aunque, por ejemplo, cuando se combina con un refresco la cantidad puede ser menor, pero no olvidemos que tendrá azucares del refresco. El vino, contiene más alcohol, un porcentaje de un 10%, sin olvidar que se sirve en porciones más pequeñas. Una copa de vino, dependiendo del local o del tipo de vino puede suponer unas 90 calorías, casi las mismas que una cerveza mediana.
Elegir una copa de vino o una cerveza dependerá del momento. En cualquier caso, con una alimentación equilibrada, dejando a un lado los frutos secos o las aceitunas, nos podemos permitir más de una copa o cerveza por día, especialmente los fines de semana. Es hora de disfrutar, cuidarse, pero también darse algún que otro capricho fresquito y si es de producción nacional mucho mejor.
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