El fuego fatuo son las luces y llamas que pueden ser de color verde o blanco y que vemos por la noche, siendo resultado de la combustión que se produce en varios compuestos que existen en la naturaleza, caso del fósforo. Al ser estas luces frías, los científicos dicen que el fósforo y el metano no serían los responsables, pues de ser así la llama sería de diferente color.
Otra teoría dice que los hongos que son capaces de emitir su propia luz, llamados bioluminiscentes o la fosforescencia de la sal de calcio que tiene los huesos, podrían ser los responsables de tal fenómeno.
Pese a desconocer la causa que detona la combustión en estos compuestos, lo verdaderamente interesante que tiene este fenómeno es que suele ocurrir en pantanos y cementerios, donde existen plantas y cuerpos en descomposición, algo que ha hecho que nazcan una serie de historias y leyendas sobre dichos fuegos.
Leyendas sobre el fuego fatuo
Las creencias populares relacionan estos fuegos con los espíritus, algo que no debería sorprendernos cuando hablamos de que este fenómeno ocurre en cementerios y lugares en los que están cuerpos en descomposición.
Partimos de una creencia popular que se produce en multitud de pueblos de varias partes del mundo, por lo que es bastante común que cuenten con varias leyendas sobre dicho fenómeno.
Hay partes de Europa en las que se pensaba que los fuegos fatuos eran seres malignos que era los causantes de que los viajeros se perdieran. De la misma forma, también se solía decir que eran los espíritus de los niños que morían sin que hubieran sido bautizados.
En nuestro país se decían que eran hadas o en Holanda decían que dichas luces lo que hacían era iluminar los lugares en los que se encontraban escondidos los tesoros.
Si vamos al continente americano, en Perú piensa que estos fuegos, también es el lugar donde están tesoros escondidos, como el tesoro de Atahualpa que escondió Pizarro. Los colombianos le llaman La Candileja, siendo el espíritu malvado de las abuelas que educaron mal a los nietos y que después pasaron a ser asesinos o ladrones. En el caso de México, se dicen que son brujas que se han convertido. Uruguay y Argentina la denominan «luz mala».
En Japón, piensan que las almas que salen de cuerpo de una persona que acaba de morir pasan a tomar la forma de un fuego fatuo.
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