Si te preguntas qué es el gluten, se conoce como tal a la proteína presente en diferentes tipos de cereales: trigo, cebada, avena, malta, kamut… Cumple una gran selección de funciones, siendo la más importante la de unir los ingredientes y las moléculas de agua en las masas de pastelería. Gracias a él se consigue una consistencia de gran firmeza.
¿De qué se compone?
El gluten se compone de dos sustancias: gliadina y glutenina. La gliadina es la proteína que presenta más problemas en lo relativo a la intolerancia al gluten. Los anticuerpos del sistema inmune de las personas con esta afección reaccionan ante la gliadina, dando lugar a una serie de síntomas que requieren de atención médica.
Alimentos que contienen la proteína
Los alimentos más comunes que contienen gluten son: salvado de trigo, germen de trigo, harina blanca, espelta, pasta, pan, galletas, cereales, cervezas, aliños, salsas, pan rallado, salsa de soja y pastas y arroces.
Intolerancia
El gluten no es una proteínas imprescindible para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. Por lo tanto, las personas con intolerancia al gluten pueden sustituirla por otras proteínas presentes en alimentos tanto animales como vegetales.
Quienes sufren la enfermedad celíaca u otro tipo de intolerancia al gluten, deben seguir una dieta en la que no se incluyan alimentos que contienen esta proteína. Y es que, su consumo, por mínimo que sea, puede causar daños de carácter grave en el intestino delgado.
La enfermedad celíaca afecta de manera diferente a cada persona. Los síntomas comunes más habituales son: diarrea, anemia, vómitos…
Otra enfermedad vinculada con la intolerancia a esta proteína es la denominada ataxia por gluten. Se trata de una alteración autoinmune vinculada con los anticuerpos sanguíneos.
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