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¿Qué es el llamado «terror elevado»?

El género del terror es uno de los más populares dentro del séptimo arte. En su categoría interior, prevalecen como es común en cualquier registro cinematográfico varios subgéneros como el gore, el thriller psicológico, el slasher derivado del giallo italiano o el metraje encontrado. Sin embargo, entre todos ellos existe una categoría, normalmente acuñada por los críticos que hoy en día es un término controvertido, debido a que devalúa al resto de films que no pertenecen a ella. Hablamos cómo no del llamado “terror elevado”.

‘Midsommar’ (A24)

Son muchos los detractores de la acepción y es que la primera acusación que suele recibir es que se trata de un esnobismo, una palabra de moda que se copia de otros porque suena bien, pero que realidad, no significa nada. Uno de las voces que se han posicionado en contra es el mismísimo director John Carpenter. El autor de La noche de Halloween, La cosa o La niebla dio una entrevista en la que aparte de expresar su desconocimiento, explicaba que lo que realmente pueda poseer ese “terror elevado” es algo que comparten prácticamente la mayoría de largometrajes del género: “No tengo ni idea de qué es. Quiero decir, puedo imaginármelo, pero realmente no sé qué significa. Hay un terror metafórico, Pero todas las películas tienen…no tienen mensajes. Tienen temas”.

Un término acuñado por la propia industria

Carteles de ‘Déjame salir’, ‘Nosotros’ y ‘¡Nop!’ la filmografía de Jordan Peele

Aunque el terror elevado se haya puesto de moda entre críticos, cinéfilos y prensa especializada, su utilización es en su mayor parte fruto de un complejo propio de la industria. El propio cineasta Ari Aster reconoció en una entrevista con ScreenCrush que en la promoción de Hereditary fue “muy cuidadoso” de no llamarla en ningún momento película de terror, prefiriendo describirla como “una tragedia familiar que deriva en una pesadilla”.

‘Halloween: El final’ (Universal Pictures)

Hereditary, Midsommar, El Faro o la reciente NOP son ejemplos de películas que se han catalogado bajo el a menudo, agotador concepto si algo se puede descifrar, partiendo de una idea común es que el terror elevado es un sinónimo de autoría y de complejidad que entiende el séptimo arte de forma piramidal. Pero sin duda, una comparativa evidente sería poner la mencionada acepción en frente de otros géneros como el bélico o el western, en el que en ninguno de ellos se habla de una tipología “elevada”. ¿Por qué El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford no es un “western elevado”? o ¿por qué se establece que la complejidad de La bruja es mayor que la primera Scream? El terror elevado sólo existe en la mente de aquellos que creen que el género precisa de una predominante autoría y complejidad para ser apreciados.


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