La periodista Carmen Chaparro confirmó que padecía síndrome de Ménière, una patología crónica que afecta al oído interno.
Aunque afecta a tres de cada 1.000 españoles, es todavía un síndrome poco conocido del que no sabe tanto de sus causas y síntomas. Desgranamos algunas de las cosas más importantes de este problema.
Principales síntomas
Las personas que sufren el síndrome de Ménière suelen presentar una serie de síntomas comunes como son vértigo, pérdida de audición, sensación de presión en el oído y zumbidos. Unos signos algo desagradables y molestos que afectan a la vida de quienes los sufren.
Cuándo aparece el síndrome
Depende, pero tiene una franja de edad de los 30 a los 50 años, siendo las mujeres las más afectadas.
Crisis algo agudas
Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC), de vez en cuando tienen lugar crisis algo agudas que pueden ser distintas según el modo de aparición, duración, y frecuencia. Por lo general, inician con síntomas auditivos diversos como sensación de taponamiento ótico, modificaciones de la audición, así como aparición o empeoramiento del acufeno. Después hay una crisis de vértigo rotatorio asociado a importante cortejo neurovegetativo, que puede durar de 20 minutos a unas horas y su frecuencia varía.
Qué factores desencadenan este síndrome
La SEORL-CCC explica que algunos de los factores asociados a las crisis de Menière pueden están relacionados con diversos factores, ya sean anatómicos, genéticos, inmunológicos, víricos o vasculares.
Cuál es su diagnóstico
Debemos destacar que se trata de una enfermedad algo compleja de diagnosticar porque se confunde con otras y además los síntomas son realmente comunes a muchos otros problemas.
Para diagnosticarlo, entonces, son necesarios diferentes exámenes médicos, entre ellos valoración neurológica, valoración por otorrinolaringólogo, audiometría y resonancia.
¿Y su tratamiento?
Una vez se diagnostica el síndrome de Menière, entonces se debe hacer caso al médico en cada uno de sus tratamientos. Normalmente se suelen recetar medicamentos que reducen la presión endolinfática del oído interno. Es el caso de los antibióticos o histamínicos y antivertiginosos para reducir el vértigo.
A ello se suma una buena alimentación, preferiblemente baja en sal, dejar de fumar y establecer buenos hábitos. Puede requerirse cirugía de los canales semicirculares, el nervio vestibular o la laberintectomía.
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