La contaminación electromagnética se entiende como las emisiones de carácter electromagnético que se generan por uno o varios tipos de focos en la misma o en diferente frecuencia. Las ondas de radio, televisión, telefonía o de las líneas eléctricas, emiten en campos electromagnéticos en diferentes frecuencias, sumándose sus efectos y creando puntos de elevado riesgo.
Más sobre la contaminación electromagnética
Los avances tecnológicos que se han producido en los últimos años han ido cambiando el medioambiente tecnológico en las últimas décadas. Pese a que el fenómeno se produce en su mayoría en los núcleos de tipo urbano, es complicado llegar a encontrar actualmente un lugar en el que el planeta se encuentre libre de radiaciones artificiales.
La implantación de tecnologías novedosas sin prever las repercusiones que estas podían tener sobre la salud y sus ecosistemas y sin que se llegue a tener en cuenta los estudios y evidencias que existen, han provocado que de manera continua aparezcan más riesgos para la naturaleza y la población mundial.
El entorno se somete a muchos campos electromagnéticos artificiales que originan las líneas de transporte eléctrico, transformadores, antenas de telefonía móvil, wifi, radio, radares, teléfonos móviles, y una gama amplia de todo tipo de electrodomésticos.
Actualmente sabemos que los efectos a nivel biológico de los campos electromagnéticos artificiales pueden llegar a ser patológicos dependiendo del tiempo de exposición, la dosis, la potencia y frecuencia de estos, así como de las características del organismo expuesto.
Cada vez tenemos más consciencia de lo importante que es el entorno en el que vivimos sobre nuestra vida, preocupándonos más los factores medioambientales, como es la calidad del aire. Eso sí, hay otros factores que parecen no preocuparnos tanto, caso de la contaminación electromagnética, un factor que influye de forma silenciosa en las personas que deja muchas veces secuelas en nuestra salud.
Al final tenemos que ser conscientes de que todos los días estamos viviendo sometidos a un gran campo de radiaciones. Una exposición que tenemos en las viviendas, sitios de trabajo, escuelas, geriátricos, hospitales, parques y calles. Además de otras radiaciones, debemos saber que existen ya pocas zonas en el mundo que estén libres de las microondas de la telefonía móvil y de las tecnologías de acceso inalámbrico a Internet.
Es un problema que deberá resolverse o al menos saber cómo podemos enfrentarnos para que se causen los menores efectos posibles, pues la salud de todos es la que está en juego.
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