El fin del verano siempre es sinónimo de vuelta a la rutina, al trabajo y de acabar con esos días de dispersión y relajación. Septiembre siempre se ha planteado como un mes realmente duro y como consecuencia, muchos expertos advierten de una serie de síntomas negativos que pueden aparecer en muchas personas que podrían derivar en una depresión postvacacional.
Aunque muchos expertos prefieren llamarlo ‘síndrome’ o ‘estrés’ postvacacional, lo cierto es que se trata de una sensación que sufre una buena parte de los españoles que estos días regresan a casa y comienzan de nuevo con su rutina del día a día y el trabajo.
Principales síntomas de la depresión postvacacional
Sentirse decaído e incluso un poco aletargado en estos días de vuelta a la rutina, puede ser incluso normal. Según muchos estudios, entre un 25 y 30% de las personas que vuelven estos días al trabajo sentirán este ‘estrés’ postvacacional, y necesitarán unas cuantas semanas para adaptarse a la rutina.
Los síntomas más reconocibles de esta sensación son muy significativos:
-Cansancio prolongado
– Dolor muscular
-Alteraciones del sueño
-Falta de motivación
-Tristeza
-Irritabilidad
Según la psicóloga sanitaria en el Hospital San Rafael de Madrid, Lydia Polo García, en palabras para Europa Press, «Es habitual que el cansancio, el insomnio, la dificultad para concentrarse o incluso la irascibilidad hagan su presencia los primeros días, pero mientras esto sea pasajero no hay de qué preocuparse. Es normal que el cuerpo se rebele contra lo que no nos hace sentirnos tan bien como estábamos hace unos días».
Igualmente existen personas mucho más propensas a sufrir esta depresión postvacacional en estos días de vuelta a la rutina, tan solo deben tener claro que no se puede establecer este sentir como algo habitual más allá de unas cuantas semanas.
Cómo evitarlo
Para evitar que este ‘estrés’ nos invadan cuando lleguemos a nuestra casa estos días podemos seguir una serie de consejos que serán útiles para que la vuelta al trabajo sea más llevadera:
- Llegar unos días antes a casa. Volver a casa un día y al día siguiente tener que incorporarse al trabajo puede ser contraproducente por el cambio tan radical de hábitos de las últimas semanas. Es mejor si tenemos algún día en medio antes de regresar a la rutina.
- Objetivos realistas. Una buena planificación de objetivos para cuando volvamos a la rutina siempre será mucho más fácil para coger nuestro día a día con más fuerza. Empezar poco a poco y no con un ritmo fuerte o donde lo dejamos antes de irnos de vacaciones.
- Regularizar la agenda, que prime lo más inmediato. La organización es lo más recomendable en estos casos. Una buena agenda organizada nos hará la vida más fácil en la vuelta al trabajo.
- Tener tiempo libre. Es fundamental que sigamos teniendo tiempo libre para hacer las actividades que más nos gusten y que podamos desconectar a menudo.
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