Si quieres decir adiós a los kilos ganados durante el verano, debes saber que las «soluciones milagrosas» no existen. Debes confiar en planes de alimentación saludables, como la dieta volumétrica. Se trata de una dieta enfocada en la densidad calórica de los alimentos, de forma que lo importante es añadir volumen a los platos sin demasiadas calorías.
¿Cómo hacer la dieta volumétrica?
Consiste por lo tanto en tomar alimentos con un alto contenido en agua y fibra, y un aporte calórico mínimo. La base de la alimentación deben ser las frutas y verduras frescas, y las sopas. En proporciones más pequeñas la dieta volumétrica también permite ingerir cereales integrales, legumbres, lácteos desnatados, y pescados y carnes magras.
Uno de los aspectos que debes tener más claros es que no importa tanto la cantidad que pones en el plato, sino la calidad de los alimentos. Puedes organizar el menú de acuerdo a tus gustos, priorizando siempre las frutas y verduras frescas.
Por supuesto, debes limitar las harinas refinadas y las grasas: las galletas, los snacks comerciales y frituras son sólo para ocasiones muy puntuales.
¿Cuáles son las ventajas?
A diferencia de otros planes de alimentación mucho más restrictivos, la dieta volumétrica fomenta hábitos de vida saludables.
El menú no es cerrado y estricto, de tal forma que puedes organizarte de acuerdo a tus preferencias. Se trata una dieta flexible.
Se basa en el consumo de alimentos con efecto saciante por su alto contenido en fibra. Además, cuida la hidratación del organismo ya que las sopas son uno de los principales alimentos del menú.
Ahora bien, la pérdida de peso es más lenta que con otros planes. Pero esto no es malo, y es que adelgazando de un modo saludable evitas el temido efecto rebote.