Parece que los meses de pandemia no solo acumulan casos de contagios y desgraciadamente de muertes, sino que además ha aparecido ahora la llamada «fatiga pandémica», correspondiente al hartazgo que sufren muchas personas debido al coronavirus y que incluso la OMS ha reconocido como una de las consecuencias no solo del confinamiento sino del estrés en el que vivimos desde comienzos de año. Conozcamos mejor qué es la fatiga pandémica y cómo la podemos evitar.
Qué es la fatiga pandémica
Apatía, desmotivación y estrés. Estos son los tres síntomas principales de la que ya se conoce como «fatiga pandémica», una fatiga ligada a la pandemia que produce una sensación de malestar general debido a las mil incertidumbres que pesan sobre nuestras cabezas como una espada de Damocles. Según cifras que ha dado a conocer la OMS, el 60% de los europeos están prácticamente hechos pedazos y son muchas personas las que se sienten menos motivadas para seguir adelante y algo bastante preocupante, no sienten motivación para cumplir las recomendaciones generales frente al Covid-19.
Ocho meses después de que estallara la crisis sanitaria, la Organización Mundial de la Salud ha realizado una encuesta para evaluar las emociones de los habitantes del Viejo Continente, destacando un sentimiento de agotamiento provocado precisamente por el prolongado estado de crisis, pero también por una reacción absolutamente natural ante una pandemia cuyo final no está a la vista.
Son cada vez más países los que informan de casos de «fatiga pandémica» entre la población: las personas se sienten desmotivadas para seguir los comportamientos recomendados para protegerse a sí mismos y a los demás del virus. Una postración y agotamiento que evolucionan paulatinamente en el tiempo y están influenciados por el entorno cultural, social, estructural y legislativo.
Sin embargo, el Dr. Hans Henri Kluge , Director Regional de la OMS para Europa, dice que es de esperar fatiga en esta etapa de la crisis: «Desde que el virus llegó a la región europea hace ocho meses, los ciudadanos han hecho enormes sacrificios para contener COVID-19. Ha tenido un costo extraordinario, que nos ha agotado a todos, sin importar dónde vivamos o qué hagamos. En tales circunstancias es fácil y natural sentirse apático y desmotivado, sentirse cansado».
Y así es como los mensajes que antes eran eficaces sobre el lavado de manos o el uso de mascarillas ahora parecen menos fructíferos, pero para la OMS tal desmotivación es natural y esperada para esta fase de crisis. Según el informe que han emitido tras realizar su encuesta, al comienzo de una crisis, la mayoría de las personas pudieron aprovechar sus habilidades de supervivencia en situaciones de estrés agudo. Sin embargo, cuando las circunstancias extremas se han incrementado y se han prolongado en el tiempo, muchos se han visto obligados a adoptar un estilo diferente para afrontar la situación. Y la fatiga y la desmotivación a menudo pueden ser el resultado.
«Las encuestas confirman que la mayoría de la población apoya las respuestas nacionales al Covid-19» señala la OMS en su informe, «que es notable después de casi un año de encierro y restricciones, pero entre los peligros de este fenómeno, está la sensación de pérdida de confianza en las medidas anti-Covid y la consecuente idea de que son un costo demasiado alto para pagar en comparación con el riesgo de enfermarse».
Consejos de la OMS para lidiar con la fatiga pandémica
Por este motivo, el documento de la OMS también pretende dar consejos, algunos incluso dirigidos a los gobiernos. De hecho, la OMS Europa ha desarrollado un marco de recomendaciones de políticas para guiar a los gobiernos en la planificación e implementación de estrategias nacionales y subnacionales para fortalecer el apoyo público a las medidas de prevención del Covid-19:
- Entender a la gente, su profundo malestar
- Permitir una vida normal reduciendo el riesgo, a través de unas pocas reglas claras, explicando por qué son necesarias y mostrando su eficacia.
- Infundir confianza en que puede triunfar
- Involucrar a las comunidades en discusiones y decisiones como parte de la solución.
- A esto se suma el respeto por la necesidad de claridad y la capacidad de adoptar medidas sencillas pero incisivas, que te permitan vivir tu vida con seguridad.
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