En los días cercanos a que se produzca la fase de luna nueva, la Luna presenta una pequeña hoz que hace que tengamos la la impresión de que incluso la parte sombreada está iluminada. Esa zona poco iluminada se llama luz cinérea de la que os explicamos a continuación con más detalle, en qué consiste y cómo se produce.
Qué es la luz cinérea y qué la genera
Es bastante fácil observar la luz cinérea prestando un poco de atención en los días en que el «corte» lunar es pequeño. Por ejemplo, en los primeros días después de la luna nueva, cuando el cielo comienza a oscurecerse, hacia el atardecer veremos una fina luna creciente y cuanto más oscuro y claro el cielo, más fácil será observar la luz cinérea.
Pero, ¿de qué se trata exactamente? La Luz cinérea es el reflejo de la luz del Sol que después de iluminar la Tierra «rebota» en nuestro satélite.
Con la luna casi llena, si camináramos de noche, no necesitaríamos usar linternas o antorchas, porque el paisaje estaría suficientemente iluminado. Por el mismo mecanismo, ocurre de manera similar también en nuestro satélite.
Si nos moviéramos a la Luna cuando solo vemos una pequeña hoz de la Tierra, desde allí veríamos nuestro planeta en su fase casi llena.
Desde allí observaríamos la fase opuesta a la que se puede ver desde la Tierra en la Luna.
Así cuando estuviéramos en Luna nueva, desde nuestro satélite sería «Tierra llena» y cuando estuviéramos en Luna llena, desde allí veríamos «Tierra Nueva».
En el pasado no ha sido fácil interpretar correctamente este fenómeno. Se pensaba que la Luna era semitransparente y que la luz penetraba levemente en el interior, iluminando la parte oscura, o que era fosforescente o incluso se llegó a tener la creencia de que la luna reflejaba la luz de las estrellas.
Galileo define la luz cinérea
Sin embargo, fue Galileo quien en su libro » Diálogo sobre los dos mayores sistemas del mundo » impreso en 1632, da una interpretación correcta sobre la luna y su luz.
«… cuando la Luna se estira sutilmente y, en consecuencia, su parte oscura es grande, la parte iluminada de la Tierra, vista desde la Luna, es grande y el reflejo de la luz es tanto más poderoso …».
A simple vista podemos ser testigos de la luz cinérea, pero si utilizas unos buenos prismáticos, la luz cinérea es mucho más visible y por ende, el fenómeno es más comprensible.
Y si usas un telescopio, notarás que los cráteres lunares visibles en esa fase están dispuestos en la línea donde termina la parte iluminada directamente por el Sol y comienza la luz cinérea lo que puede dar pie a hacer fotografías de la luna realmente espectaculares.
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