¿Qué es la marca blanca y por qué la llaman así?

Todos  hemos comprado una marca blanca en nuestro establecimiento de confianza. Nos referimos  a la marca del distribuidor (MDD) o marca propia, que son aquellos productos que pertenecen a una cadena de distribución, normalmente corresponden a un supermercado. Veamos en qué consiste.

La marca blanca se suele comercializar, en exclusiva, para ese establecimiento o bien cadena de distribución.

¿Quiénes producen los artículos de marca blanca?

Aunque creamos que son las propias marcas, es decir, la propia cadena o supermercado, en realidad quienes producen estos artículos son empresas que están subcontratadas por éstos para que tengan su propia marca blanca.

Una gran parte de estas empresas que se subcontratan suelen trabajar en exclusiva para minoristas y también tener su propia marca de fabricante.

Las marcas más destacadas y líderes en cada uno de sus segmentos tienen sus firmas y productos y no suelen producir para las marcas de los minoristas. Si bien, en algunas, no está tan claro, porque según relatan en Wikipedia, en 2013, un informe de Esade Brand Institute reveló que menos del 9 % de los fabricantes de marcas líderes en España producían también para marca blanca.

Es por esto que vemos artículos bastante similares y que prácticamente saben igual, cuando se trata de alimentos, sin apreciarse diferencias entre uno u otro.

Otras cosas a tener en cuenta

Los productos de marca blanca son más económicos que el resto. Esto pasa porque las grandes marcas conocidas suelen entonces crear otra marca que tiene ese precio más bajo, y viene a ser algo bastante similar. Pero suelen cambiar el nombre porque normalmente no quieren verse vinculados a estos otros productos de bajo coste por un tema de política corporativa e imagen.

Los propios minoristas tienen productos con el nombre del establecimiento o cadena general o bien con marcas de distribución diferentes. Es el caso de Hacendado o Deliplus, de Mercadona.

Tanta es la importancia de ello, que, a veces, las marcas de distribuidor se han vuelto tan populares o más que las marcas tradicionales.  Y, como son más económicas, atraen la atracción y la compra de los consumidores.

Es bastante habitual encontrar, dentro de un mismo supermercado, la convivencia entre las marcas de toda la vida que son líderes en su mercado, y las marcas blancas propias de este establecimiento. Así el consumidor tiene donde elegir. En algunos, las propias están creciendo y están sustituyendo a las primeras por su alta popularidad y bajo coste.

 


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