El satélite es un objeto que orbita alrededor del Sol. A lo largo de los años se han ido descubriendo cientos de satélites naturales que conviven en el Sistema Solar y la Vía Láctea. Pero también el hombre ha sido capaz de crear sus propios satélites para enviarlos al espacio.
Satélites naturales
El satélite natural es aquel cuerpo celeste que orbita alrededor de un planeta o de otro cuerpo celeste, siempre que no sea una estrella, que se encuentra en el Universo.
Se trata de cuerpos sólidos, sin atmósfera habitualmente, y de diversos tamaños y densidades.
Actualmente se conocen cientos de satélites que orbitan alrededor de los diferentes planetas conocidos por el hombre. El primero al que se le dio nombre fue a la Luna, y posteriormente, comenzaron a nombrarse por nombres extraídos de la mitología antigua, mayormente griega y romana.
Por el momento se ha descubierto que todos los planetas, excepto Mercurio y Urano, cuentan con satélites orbitando a su alrededor. En la Tierra solo conocemos la Luna, mientras que otros como Júpiter o Saturno, se cuentan por decenas (79 y 82 respectivamente).
Estos satélites también pueden variar en el tipo de órbita que generan. Encontramos las órbitas regulares que son aquellos que giran en el mismo sentido que el planeta de mayor tamaño (el Sol). En nuestro caso conocemos la Luna y otros como Europa, Titán o Miranda.
Sin embargo, los de órbita irregular se caracterizan por tener una órbita elíptica y alargada, además de inclinada con respecto a su órbita respecto al Sol.
Satélites artificiales
Una vez el hombre comprendió el funcionamiento de los satélites naturales, se lanzó al espacio para llevar sus propios satélites artificiales.
Un satélite artificial, construido por el hombre, sirve para enviar y recibir comunicaciones de uso masivo como la telefonía, Internet o la televisión.
El primer satélite lanzado al espacio fue el Sputnik colocado en órbita por Rusia en el año 1957. Un año después, Estados Unidos lanzó su primer satélite conocido como Explorer. Al principio estos satélites estaban encaminados para las comunicaciones militares y científicas.
A día de hoy son muchos los satélites artificiales que circulan por el espacio. Unos orbitan de Este a Oeste sobre el Ecuador y otros lo hacen de norte a sur, conocidos como ‘polares’.
El satélite artificial más grande que se mantiene en el espacio es la Estación Espacial Internacional que se tardó más de una década en construirse y para el que participaron más de 15 naciones en su construcción.
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