Un endecasílabo es un verso de once sílabas. En la época medieval, los poetas de las lenguas de la península cultivaban la métrica, pero no llegó a afincarse en la literatura española hasta el Renacimiento, cuando los poetas Juan Boscán y Garcilaso de la Vega, influidos por los italianos, empezaron a usarlo en sus sonetos. Es con el octasílabo,el verso más frecuente en la métrica española.
Los ritmos y acentos
La tradicion lo que ha hecho es fijar una serie de versos endecasílabos basados en dos ritmos principales: endecasílabos propios o a maiore y endecasílabos impropios o a minore, en función de su acento rítmico.
Los endecasílabos tienen el acento final en la décima pero el acento rítmico puede llegar a estar en sexta, cuarta u octava. La única sílaba que no va a poder ir con acento es la novena, pues sería un acento antiestrófico, que va a ser complicado encontrar en quinta, puesto que en la mayor parte de los casos será antirrítmico y que ha sido bastante penalizado por la tradición literaria.
Tipos:
Propios
En los endecasílabos propios encontramos, según el acento, tres tipos principalmente:
Enfático: acentuado en primera y sexta, sin ninguna sílaba tónica entre ambas.
Heroico: acentuado en segunda y sexta.
Melódico: acentuado en tercera y sexta.
Impropios
En los endecasílabos impropios distinguimos principalmente dos tipos:
Sáfico: acento principal en cuarta, el cual puede estar acentuado en sexta también.
Dactílico: acentuado en cuarta y séptima. Más popular y menos extendida.
Casos especiales
Yámbico: todas las sílabas pares acentuadas.
Gaita gallega: dactílico con acento en primera (1ª, 4ª, 7ª y 10ª).
Galáico antiguo: solo acentuado en quinta.
Italiano puro: solo acentuado en séptima.
Vacío: endecasílabo propio sin que haya ninguna sílaba acentuada anterior al acento rítmico.
Ejemplos:
«¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?», de Lope de Vega
«Besas como si fueses a comerme», de Blas de Otero
«Yo soy esa mujer que vive alerta», de Alfonsina Storni
Tú nunca entenderás lo que te quiero», de Federico García Lorca
«Ya me voy y tu promesa llevo», de Antonio Gala
«Yo no sé si eres muerte o eres vida», de Dámaso Alonso
«Fabricaré en mi sombra, la alborada», de Juan Ramón Jiménez
«Dulce soñar y dulce congojarme», de Juan Boscán
«Desmayarse, atreverse, estar furioso», de Lope de Vega
«Cerrar podrá mis ojos la postrera», de Francisco de Quevedo
«¿Estoy despierto? Dime. Tú que sabes», de José García Nieto
«¡Oh piernas como dos celestes ríos,» de Rafael Alberti
«El mar, lleno de urgencias masculinas», de Leopoldo Lugones
«Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes», de Gerardo Diego
Source link